E l pleno del ayuntamiento acordó el jueves la aprobación inicial del presupuesto de 2017. Es la primera vez, al menos en el último cuarto de siglo, que se hace con tanta antelación. Esto, pese a que no es lo habitual, es lo normal para que estén en vigor desde enero. El presupuesto es de 62,9 millones, pero se han incorporado inversiones, muchas de ellas proyectadas inicialmente para este año, que se financian con un crédito firmado en septiembre. Esto hace que el importe final se eleve a 69 millones.

Para formar el presupuesto se parte de la previsión de ingresos. El ayuntamiento recauda cinco impuestos. Cuatro menores y uno principal, el IBI, del que se espera ingresar 24,6 millones. De los otros cuatro (rodaje, plusvalía, obras e IAE) se calcula que dejen 8,7 millones.

Luego está lo que se prevé que el Estado aporte al consistorio. Lo hace por dos vías. La primera es un porcentaje de lo que se espera recaudar en el municipio de impuestos estatales (los principales son IRPF e IVA), de esto se proyectan 3,7 millones. La segunda es un fondo complementario, del que se calculan 13,9 millones. Entre impuestos propios y aportación del Estado ya suman 51 millones de euros.

El resto, hasta llegar a 69 millones, sale de la previsión por tasas y multas (son 8,8 millones de muchas pequeñas partidas salvo la tasa de basura que son 3,6 millones -la del agua y alcantarillado está fuera del presupuesto desde 2012-), de lo que se espera recibir de la Junta (2,2 millones), de otras aportaciones del Estado (562.000 euros), del crédito (5,7 millones) y de la venta de una parcela (380.000 euros).

Una vez que se tienen calculados los ingresos se hace la previsión de gastos. Lo ingresado del crédito y de la parcela (6,1 millones) va obligatoriamente a inversiones, partida a la que se suma otro millón para llegar a los 7,2 que hay en 2017 para invertir.

Pero por delante de las inversiones hay otros tres gastos. El primero es el de personal (la plantilla es de 623 trabajadores), para el que van 23 millones. Luego está lo que se debe a los bancos de amortización de créditos (en 2017 toca pagar 2,3 millones). El tercero son bienes y servicios (23,6 millones, pero de esta cantidad hay 19 que se pagan a empresas y a otras administraciones que son las encargadas de prestar los principales servicios con los costes comprometidos en contratos con el ayuntamiento -basura, limpieza, parques, recaudación, conservación de calles..., todos menos el agua que está fuera del presupuesto). Pero además de estos 19 millones, hay otros 3,2, dentro de otro capítulo, que también van a empresas gestoras de servicios (autobús y piscinas). Estos gastos esenciales más las inversiones ya suman 60 millones.

En el resto, hasta 69 millones, hay 400.000 euros de intereses, 4,8 millones en financiar organismos del consistorio que dan servicios sociales, deportivos, formativos... y 2,8 millones para consorcios en los que está el ayuntamiento (2,5 van al del servicio de bomberos y 222.000 euros al del Gran Teatro).