Las máquinas y el trasiego de los albañiles rompen estos días la habitual calma de Santa Lucía, una barriada residencial al sur de Aldea Moret que verá por fin completado el acerado de todo su viario a través de una reforma que comenzó hace tiempo y que culminará en un par de meses. Las últimas actuaciones se han iniciado esta misma semana en las calles Cañamero, Monroy, Navalmoral y Hervás. El concejal de Obras, José Joaquín Rumbo, detalló ayer el proyecto y agregó que el acerado supone el colofón a una serie de mejoras en las vías de la barriada, desde la renovación del asfalto al arbolado.

Los trabajos en estas cuatro calles supondrán un desembolso de 26.000 euros y su ejecución corre a cargo de la empresa Hermanos Gallego, a través de un contrato de mantenimiento firmado con el ayuntamiento. Consistirá en la ampliación de las aceras actuales, la instalación de nuevas baldosas más amplias y modernas, y la reducción del nivel para garantizar la accesibilidad en las esquinas y en los pasos peatonales a personas con problemas de discapacidad.

"En los últimos años la barriada ha cambiado su aspecto y realmente ha quedado bastante acogedora, especialmente tras la plantación de 400 arboles en las calles, el nuevo asfaltado de toda la zona y la remodelación de la plaza de España con juegos infantiles y cambios en el ajardinamiento", explicó Joaquín Rumbo, que también destacó "el nuevo aire" que imprime a Santa Lucía la casa de cultura recién inaugurada en el centro del barrio y otras mejoras como la introducción del gas. "El final del acerado será el remate a este cambio de imagen", subrayó.

Solo queda ya pendiente la reforma de las pistas deportivas, pero el concejal del área, Lázaro García, también avanzó ayer que "ya está adjudicada". La obra, con un presupuesto de 12.000 euros, permitirá subsanar los destrozos que los vándalos han causado en las instalaciones (vestuarios, vallado perimetral, puertas, fuente...), donde decenas de niños y jóvenes de la barriada practican deporte, a diario y desde hace años.