Con mejor sabor, con mejor color. Así será el agua de Cáceres a partir del 1 de enero del 2009, según adelantó ayer la alcaldesa, Carmen Heras, que a la vuelta de sus minivacaciones estivales se estrenó con una visita a la Estación de Tratamiento de Agua Potable para comprobar la marcha de las obras que se ejecutan en la planta y que servirán para mejorar la calidad del agua de la ciudad y adaptarla a la normativa comunitaria vigente.

De esta actuación se habla en el ayuntamiento desde el 23 de febrero del 2006, día en que la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) emitió un informe en el que desvelaba que la calidad del agua de Cáceres no era legalmente potable por su alto contenido en trihalometanos (compuestos químicos volátiles que se generan durante el proceso de potabilización del agua por la reacción de la materia orgánica, aún no tratada, con el cloro utilizado para desinfectar).

Ayer, la alcaldesa manifestó su satisfacción por el inicio de la obra y lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. "El agua del grifo es saludable, pero entiendo que todo es siempre perfeccionable. Y desde luego, antes de que llegue el 1 de enero vamos a tener lista la obra".

Heras recordó que el agua de Cáceres presenta de entre 100 a 150 microgramos de trihalometanos por litro, cuando lo máximo exigido son los 100. Por ello se acomete este proyecto, que realiza la empresa Hispanagua con un presupuesto de 625.882,35 euros, incluidos en el presupuesto municipal.

El objetivo de la obra es buscar la solución al problema de exceso de trihalometanos mediante la construcción de un sistema de afino, consistente en la preonización del agua bruta a la entrada a la estación depuradora --situada junto al Centro Penitenciario de Cáceres-- procedente del pantano del Guadiloba, del que se abastece la ciudad.

El proyecto se compone de dos fases. La primera es la que se está ejecutando. La segunda --aún no tiene fecha de comienzo y tendrá que esperar-- pasaría por el desarrollo de una postonización y filtración con filtros de carbón activo y su presupuesto de ejecución será de 3.625.000 euros.

OZONO Miguel Angel Sánchez, ingeniero industrial del ayuntamiento, explicó ayer que la primera fase se centra básicamente en la construcción de una cámara de preonización, que consiste en inyectar ozono al agua a través de un generador. Con ello se eliminará el tratamiento actual de cloro-gas, que es lo que arroja la formación del trihalometano al reaccionar con la materia orgánica.

Aunque Sánchez reconoció que el ozono "no es la panacea" y que existen otras sustancias como "el bióxido de cloro y alguno más", estimó que con el producto escogido se reducirán los niveles actuales. El ingeniero recordó que aunque en un primer proceso se sustituye el cloro por el ozono, el agua debe pasar posteriormente por una cloración antes de ser consumida.

La estación cacereña depura en torno a 36.000-37.000 metros cúbicos al día, según apuntó ayer Sonia Pérez, jefa de Producción de Canal de Isabel II, que es la empresa concesionaria del servicio de agua en la ciudad.