La obra para finalizar la primera fase del nuevo hospital se reanudará en la primera quincena del mes de julio, tras más de cuatro años paralizada. La comisión jurídica ha dictaminado a favor de la Junta de Extremadura sobre la exclusión de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ortiz Carija del proceso de licitación, porque no había entregado la documentación requerida. Esta empresa presentó un recurso contra esa decisión de la administración regional que ha sido rechazado, lo que da luz verde a la reanudación del proceso de licitación para terminar esta primera fase.

Las obras se adjudicarán ahora a la UTE formada por las empresas San José y Magenta (que quedó segunda en el concurso público), con la que habrá que formalizar el contrato. Después se firmará el acta de replanteo que supondrá el reinicio de las obras. La previsión es que los trabajos (falta un 9% por construir) duren entre diez y doce meses, con el objetivo de que la primera fase de este centro sanitario pueda abrir a finales del año 2017.

La prioridad, según insistió ayer el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, es trasladar a este edificio los servicios que hasta ahora se prestan en el hospital Virgen de la Montaña para clausurar este edificio, que se encuentra muy deteriorado. El nuevo hospital está preparado para acoger toda el área quirúrgica. El resto de servicios del Virgen de la Montaña que no puedan trasladarse al Cuartillo se reubicarán en el hospital San Pedro de Alcántara. La Junta consensuará con los profesionales sanitarios la manera en la que se efectuará ese cambio y prevé mantener reuniones con los trabajadores una vez que se reanude la obra.

El propósito de Sanidad es dotar a esta primera fase de un servicio de radioterapia, que no se presta en ningún centro público de la ciudad; hasta ahora el Servicio Extremeño de Salud (SES) tiene un convenio con una clínica privada. Para prestar radioterapia será necesario construir un búnker, donde se instalarán las máquinas, y obtener el permiso del consejo de seguridad nuclear. La Junta prepara ya toda la documentación para contar con este área.

13,5 MILLONES La terminación de la obra se ha adjudicado a San José Magenta por 13,5 millones de euros, dinero que se ha presupuestado con fondos propios de la comunidad autónoma, ya que la región perdió la posibilidad de utilizar los 15 millones de fondos europeos concedidos para terminar la primera fase, al no haber reanudado los trabajos antes de diciembre del 2015. En total la primera fase del hospital va a costar 70 millones de euros, frente a los 53 millones que se presupuestaron cuando se inició, en noviembre del 2007. Con ese dinero de más se podrían construir cinco centros de salud.

Cabe recordar que la paralización del hospital se remonta al año 2011, cuando la UTE que entonces ejecutaba la obra (Placonsa, Joca y FCC) solicitó un modificado de 9 millones de euros. El gobierno de José Antonio Monago (PP) se negó y decidió resolver el contrato. "Desde nuestro punto de vista fue una decisión muy errónea no aceptar ese modificado porque eso ha llevado a que el presupuesto se encarezca el doble", señala el consejero José María Vergeles.

De esta primera fase ya se han adjudicado también las direcciones facultativas de arquitectura, calidad y seguridad. Aún falta por conceder la dirección de instalaciones (climatización, instalaciones eléctricas,...), después de que el concurso haya quedado desierto. "El anterior gobierno dividió en cuatro contratos la dirección facultativa de obra, lo que hace muy complicada la contratación porque el dinero para cada uno de ellos es poco cuantioso y las empresas no ven atractivos los contratos", asegura Vergeles.

Para la dirección de instalaciones ha sido necesario convocar un concurso abierto. "Le estamos diciendo a las empresas que se responsabilicen de unas instalaciones que llevan años puestas y sin funcionar, es normal que las empresas no quieran entrar", insiste el titular de Sanidad.

Por otro lado, mientras se termina la obra, será necesario también convocar los concursos para adquirir el equipamiento del hospital. Parte de ese mobiliario que se compró cuando comenzó la obra ha tenido que repartirse entre otros centros sanitarios de la región, para evitar que se quedaran obsoletos.

Falta también construir y adecentar los accesos. Habrá dos: El principal, al que se accederá mediante una glorieta que se ubicará en una parcela próxima a la vía de servicio de la N-521, y otro secundario que rodeará el Centro de Cirugía Mínima Invasión (CCMI). "Apelo a la colaboración del Gobierno de España y del ayuntamiento para arreglar cuanto antes los accesos y que se hagan en el menor tiempo posible", dijo el consejero José María Vergeles.