Los autores de delitos graves, aquellos que se juzgan por la Audiencia Provincial, suelen ser condenados. Haciendo balance de las sentencias que hasta la fecha ha dictado este año este tribunal se prueba este hecho, ya que en el 81% de los casos juzgados el fallo fue condenatorio.

Un total de 38 personas se han sentado en los primeros seis meses de este año en el banquillo de los acusados para ser juzgados, acusados de diferentes delitos, por la Sección Segunda (penal) de la Audiencia Provincial. En este periodo, concretamente entre el 11 de febrero y el 29 de junio pasado, este tribunal ha dictado 33 sentencias, de las que 27 fueron condenatorias, mientras que en tan sólo seis de ellas se absolvió a los procesados.

Otro dato que revela esta estadística es que, mientras en años anteriores fueron los delitos de agresión sexual o tráfico de drogas los que mayoritariamente llegaron a juicio en este tribunal, este año han predominado los delitos de estafa y falsedad. En concreto, en el primer semestre de este año se han juzgado nueve casos de estafa y cuatro de falsedad, y todos los que fueron procesados por estos delitos, salvo uno de ellos, fueron condenados por la Audiencia.

Así, por falsedad documental y estafa se juzgó, entre otros, a un padre y un hijo de Cáceres que utilizaron el nombre de una tercera persona para montar una empresa ficticia de construcción y girar a su nombre nóminas y demás documentación; a un vendedor de cupones de Navaconcejo que se quedó con el premio de un agraciado; una estafa en la venta de ocho yegüas propiedad de una explotación familiar de Talayuela; la manipulación de un talón por parte de un trabajador de una empresa de Cáceres que dejó de trabajar en ella voluntariamente; o el engaño de un matrimonio de Miajadas a una convecina a la que estafaron diferentes cantidades de dinero y joyas haciéndola creer que ellos la liberarían de los espíritus malignos que habitaban en su casa.

Los autores de estas estafas fueron condenados a entre año y medio y tres años de prisión.

OTROS DELITOS A los casos de estafa y falsedad siguieron los procesos por delitos de lesiones, un total de cuatro, cuyos autores resultaron condenados salvo en un caso. Entre estos procesos destacó el de un agente de la Policía Nacional de Cáceres que fue juzgado por una presunta agresión a dos jóvenes estudiantes y resultó condenado, por dos faltas de lesiones, a una multa económica y a indemnizar a sus dos víctimas; y el caso de una pelea ocurrida el 21 de abril del 2002 en un céntrico disco-pub de Cáceres y en la que se vieron implicados ocho jóvenes, dos de los cuales fueron condenados con penas de prisión y multas.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha juzgado también este año tres casos de tráfico de drogas. Fueron condenados por este delito, a seis años de prisión un vecino de Portezuelo al que la Guardia Civil interceptó en mayo del 2003 con droga en su vehículo, a 10 años y 9 años respectivamente el dueño y un empleado de un bar de la zona cacereña de La Madrila por vender droga en el establecimiento, y a 3 años de prisión un vecino de Coria al que se consideró culpable de vender droga en esta localidad.

Por un delito de agresión sexual fue juzgado, y condenado a 7 años de prisión, un vecino de Plasencia al que se declaró culpable de la violación sufrida por una joven a la que abordó a la salida de una discoteca, la obligó a subir a su coche y posteriormente abusó de ella en un paraje cercano al hospital placentino.

También en Plasencia ocurrió el caso por el que un joven de esta localidad fue juzgado y condenado por un delito de omisión del deber de socorro y otro de lesiones imprudente, al haber atropellado en agosto del 2003 a una mujer cerca del ambulatorio y haberse dado a la fuga.

Y entre los juicios celebrados destacó, asimismo, el de los dos vecinos de Badajoz que fueron condenados a tres años y medio de prisión cada uno de ellos por la detención ilegal y el robo que sufrió un taxista de Montánchez al que, tras robarle a punta de pistola, dejaron atado a un árbol en un paraje solitario.