Ocho años de prisión es la condena total que la Audiencia Provincial de Cáceres ha impuesto a una pareja cacereña que el pasado día 16 de mayo fue juzgada por tráfico de drogas y a la que se ha declarado culpable de un delito contra la salud pública. Cuatro años pasará en prisión José Luis Preciado, de 46 años, y otros cuatro años su compañera, Esther Rubio, de 31, cada uno de los cuales tendrá además que pagar una multa de 1.800 euros.

El tribunal que les juzgó ha declarado probado que la noche del 21 de julio del año pasado la pareja, con las hijas de Esther, se encontraban en la terraza de un bar situado en la avenida de la Bondad, donde José Luis se dedicaba a vender la droga que tenía oculta en un vehículo aparcado frente al bar.

Fue una denuncia de su propia compañera lo que provocó su detención. Y es que según recoge la sentencia, entre ambos se inició una discusión y en un momento determinado, "Esther, ofendida por las expresiones de su compañero", cogió a sus hijas y se marchó a casa desde donde sobre la 01,20 horas y a través del teléfono móvil de su propiedad llamó a la comisaría de Policía. Sin identificarse, se añade, informó de que en la terraza de un bar de la avenida de la Bondad "había un señor de 45 años, de complexión fuerte y camiseta azul, vendiendo droga a la gente que estaba en el local y que la tenía escondida en un Seat Alhambra de color blanco aparcado frente al bar".

DETENCIONES Tras la referida llamada al lugar se desplazó una dotación policial que procedió a la detención de José Luis Preciado al que se intervino, ocultos en el coche, 14,00 gramos de cocaína-heroína distribuidos en 12 papelinas y tres bolsitas, así como 875 euros distribuidos en billetes de diferente valor.

Ese mismo día y en virtud de auto judicial se procedió a la entrada y registro del domicilio en el que el detenido convivía con Esther Rubio, también en la avenida de la Bondad, y donde en una estantería del dormitorio de la pareja se intervino una lata "que contenía círculos de cartón con anotaciones a bolígrafo y recortes de plástico, también circulares y en número superior a cien, de los usados para empaquetar papelinas de droga".

El tribunal declara probado que ambos detenidos "se dedicaban de modo conjunto a la venta de drogas a terceras personas".