La Guardia Civil detiene a ocho jóvenes de entre 22 y 29 años supuestamente implicados en una veintena de robos en domicilios habituales y segundas residencias, casas de campo y básculas de pesaje de camiones, así como de gasóleo de maquinaria de obra, en varios municipios de la provincia de Cáceres.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, informa hoy en Mérida, en la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil, de la Operación Chapo, acompañado del coronel de la Guardia Civil de la zona de Extremadura, Luis Haro, y el teniente coronel de la zona de Cáceres, Gabriel Domínguez.

Los robos en viviendas y casas de campo fueron cometidos en Robledillo de Trujillo, donde también se vio afectado el ayuntamiento, Correos y la Casa de Cultura, mientras que en Arroyo de la Luz y Albalá se apoderaron de la recaudación de las básculas de pesaje.

Los 6.000 litros de gasoil sustraídos pertenecían a maquinaria de obra estacionada en las inmediaciones de las carreteras que unen Ibahernando con Trujillo y Robledillo de Trujillo con Santa Ana.

Los detenidos, de nacionalidad española, vigilaban previamente a las víctimas y conocían perfectamente la zona, además de tener estudiados los lugares de entrada y huida.

Algunos de sus objetivos eran personas mayores que se ausentaban de sus domicilios durante el día por encontrarse en residencias de ancianos.

Vigilaban sus visitas a las entidades bancarias, especialmente los días de cobro de pensiones, y aprovechaban su ausencia para robar el dinero, joyas y otros enseres.

El pasado 6 de mayo se detuvo a tres de los miembros de la banda en Trujillo, y al resto el lunes pasado, con lo que ha quedado desmantelada, aunque López Iglesias no ha descartado nuevas detenciones.

Los cuatro arrestados por robo son vecinos de la localidad de Robledillo de Trujillo.

Los otros cuatro, residentes en Robledillo de Trujillo, Zarza de Montánchez, Campolugar y la localidad pacense de Don Benito, ha sido detenidas por receptación, ya que se encargaban de comprar y vender los efectos sustraídos.

Los detenidos escondían el botín en zulos previamente preparados en el monte, donde estaba escondido hasta que tenían el comprador para el material sustraído.

El número de robos cometidos en la zona había causado una gran alarma social en la comarca.

En la Operación "Chapo" ha sido clave la colaboración del grupo de delincuencia urbana del Cuerpo Nacional de Policía de Cáceres.