El 31 de diciembre del 2001 acabó el servicio militar obligatorio. Ese mismo año, el jefe del Estado Mayor del Ejército anunciaba el cierre del Cimov porque la formación de los nuevos militares profesionales se iba a realizar en las academias. Sin embargo, el centro de formación cacereño sigue operativo y ha venido instruyendo a soldados profesionales, pero este año se quedará prácticamente sin nuevos militares a los que formar dado que la oferta de plazas para el 2010 es la más baja desde que finalizó el servicio militar obligatorio.

En 2002 se convocaron 8.000 plazas de tropa y marinería, una cantidad que se repitió en 2003, un año después bajaba a 7.500, pero en 2005 volvió a 8.000, igual que en 2006, mientras que desde el 2007 ha estado en un mínimo de 5.000 nuevos soldados, el pasado año incluso se acabaron superando las 13.000 plazas. Pero esta situación ha cambiado en 2010, se queda solo en 325 plazas entre tropa y marinería a repartir entre todos los centros de formación del país.

Durante 2009 se formaron en el Cimov cerca de 3.000 nuevos soldados profesionales entre los ciclos que pasaron por el acuartelamiento de Cáceres. Este año hay que esperar a cuántas de las 325 plazas se asignan a Cáceres.

En Cáceres se recibe la formación general para tropa del Ejército de Tierra, hay otro Cimov en Cádiz. Esa formación para especialidades como Artillería, Infantería o Caballería dura dos meses, mientras que la instrucción específica, por plazo de otros 60 días, se da en las academias. En el Cimov de Cáceres también se imparten cursos para tropa que ya ha pasado su periodo de instrucción, así en el primer bimestre de este año lo recibieron más de 200 militares, mientras que en el segundo son 187.

"No hay inquietud" y de cierre "nada", indicaron ayer fuentes del centro. Por parte del Ministerio de Defensa ayer no se respondió a las preguntas de este diario sobre la incidencia que tendrá en el futuro del Cimov el descenso en la oferta de plazas.

Desde 2001 se ha venido especulando con que la base de Santa Ana dejaría de utilizarse como centro de formación. En 2004 se planteó por primera vez una alternativa para evitar el cierre de la base: instalar una unidad fija, una intención que se ratificó en el protocolo firmado en 2008 entre Junta, Defensa y ayuntamiento y cuyo desarrollo se confirmó el pasado marzo por parte de la directora general de Infraestructura del ministerio.

El protocolo salvaguarda la continuidad de la base de Santa Ana, pero no del Cimov, que es el centro que ahora le da utilidad. Este acuerdo compromete a Defensa, aunque la situación es que la base se queda poco a poco sin uso (hay actualmente una plantilla que supera los 200 trabajadores) y no está aún definido qué unidad se instalará en Cáceres para dar contenido a la base, intervención cuya financiación depende de una operación urbanística que se debe desarrollar con un proyecto de interés regional.