Vicente Rojo Fernández lleva 40 años trabajando en esta tienda, que se abrió en el año 1956 con el nombre de Camisería Picado. Su especialidad eran las prendas a medida que se hacían y que se ha convertido en seña de identidad del local, del que después se hicieron cargo dos empleados. Fue en 1979 y, desde ese momento, Camisería Picado se convirtió en Payvi, acrónimo que resulta de la unión de los nombres de Paco y Vicente, los propietarios, de los que ahora es Vicente Rojo quien continúa al frente tras jubilarse su compañero.

Tras varias décadas detrás del mostrador de la calle Moret siguen con el mismo estilo que en sus inicios, "prendas clásicas", aunque "adaptándose a las nuevas modas", matiza Rojo.

"Es una tienda especializada en caballero", prosigue, "que además cuenta con una atención personalizada", algo "que ya es muy difícil encontrar", dice.

Conserva clientes habituales, y su descendencia: "abuelos, padres, hijos y nietos", asegura Rojo, al tiempo que concluye que la gente entra poco a mirar, "para eso hay otro tipo de tiendas", dice.