Ser buen alumno es una cosa y ser olímpico es otra. Esto último solo está al alcance de pocos. Y entre esos pocos se encuentran seis cacereños. Tienen en común que son estudiantes del instituto Hernández Pacheco, tienen expedientes «brillantes» y se han subido al podio en las últimas Olimpiadas de Ciencias. Ana Moreno Barriga (17 años) se subió a lo más alto en la de Biología. En la de Matemáticas Rodrigo Antonio Salado Ferrero (17 años) quedó el primero y Cristina Gómez Cirera (18 años) la segunda. En Informática, Jorge Gómez Gibello (17 años) fue segundo en la prueba de Ingenio y Félix Expósito Durán (17 años) y Javier Mateos Manzano (17 años) segundo y tercero en la modalidad de Programación.

La mayoría ya son veteranos en el certamen. Quizá la anécdota más curiosa la protagoniza Javier Mateos, que este año consiguió por fin acabar con la maldición que le acompañaba en la que se le rompía el ordenador. Solo para Ana Moreno era una nueva experiencia. Ella es nadadora profesional y compaginó los entrenamientos con las clases y el certamen. Incluso alguna de las pruebas las realizó por primera vez en la olimpiada, pero como tendrá espíritu de campeona consiguió hacerse con el oro. «No me lo esperaba», confiesa al igual que sus compañeros, como si el talento llevara implícita la humildad. Los seis aprovechan para agradecer a sus profesores la dedicación y aseguran que gracias a ellos han conseguido que las materias en las que ahora destacan les resulten apasionantes. De momento, seguirán sus estudios en el instituto cacereño y cuando terminen el último curso continuarán el mismo camino que hasta ahora. Coinciden en que seguirán formándose en las ramas que más les gustan. Biomedicina, grado en matemáticas y física o informática se encuentran entre las opciones. Entretanto, representarán a España en las pruebas nacionales del 26 al 29 de marzo en Bilbao. Ya se llevan oros en la mochila y con un poco suerte (y saber) regresarán con otros tantos a Cáceres.