Edificio social, paradigma del fracaso de una política de realojos masivos, que tuvo que vaciarse en 2009 (22 años después de su construcción) al haberse convertido en el mayor foco de marginalidad y droga. De propiedad municipal, se anunciaron alternativas como un centro de usos múltiples, sede de discapacitados, geriátrico... Pero ni siquiera se ha presupuestado su derribo y los vecinos llevan años viviendo ante un fantasma.