El 11 de julio de 1856, el Gobierno promulgó una nueva ley, complemento de la Ley Madoz, con el fin de no dejar sin terrenos a los ayuntamientos que no tuvieran bienes comunales. El de Piornal se acogió a ella y la reina Isabel II, por Real Orden de 9 de junio de 1863, le concedió 750 fanegas para las yuntas de labor. Así sigue siendo pese al esfuerzo del actual gobierno municipal por conseguir más terrenos.