Al mercado franco acuden cada miércoles miles de personas, pero la seguridad dejaba mucho que desear hasta hace pocos meses: coches sobre las aceras, furgonetas tapando las salidas de emergencia, vías de evacuación peatonal obstruidas por los puestos, alrededores de los edificios ocupados de tal forma que ninguna escala de bomberos hubiera podido acceder... "Menos mal que nunca ha ocurrido nada grave porque era realmente caótico", declara el concejal de Movilidad y Seguridad, Carlos Jurado. En vista de ello, el ayuntamiento cacereño ha introducido una nueva regulación en la zona que cumple ahora seis meses con un balance positivo.

Este operativo responde a la filosofía del Plan Director de Seguridad Ciudadana encargado por el gobierno local, que coordinará las actuaciones en todos los acontecimientos masivos de la ciudad para prevenir cualquier imprevisto y en su caso saber abordarlo. El del mercadillo ha sido elaborado por la policía local, la Concejalía de Obras y la Oficina Municipal de Información al Consumidor, y se centra sobre todo en ordenar la distribución de los aparcamientos y de los 520 puestos para facilitar una intervención rápida ante una emergencia (incendio en un piso, avalancha de público...).

En concreto se han abierto tres pasillos para conectar las dos calles del mercado (había solo uno) y facilitar la movilidad de los viandantes, especialmente en caso de un imprevisto. También se han fijado y protegido todos los hidrantes de modo que los coches ya no los obstaculizarían si los bomberos tuvieran que usarlos con urgencia. Además se han despejado los accesos mediante la reubicación de los estacionamientos, sobre todo de las numerosas furgonetas de los vendedores, y ahora los equipos de emergencia podrían entrar con más celeridad.

Las vías de evacuación del mercado están libres, las confluencias con otras calles se han dejado diáfanas, y se han despejado las entradas a los bloques de las 232 Viviendas, a las casas bajas de la barriada de Las Trescientas y a otros edificios situados en la zona.

Según el concejal de Seguridad, solo falta el plan de evacuación de las viviendas del entorno, en manos de los profesionales del parque cacereño del Sepei. "Ahora contamos con un mercadillo que cumple las mínimas medidas de seguridad hasta que se resuelva el traslado a otra zona, porque la situación era verdaderamente un desmadre", afirma Carlos Jurado.