Proa solicitó al fundador de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, el hermano Isidoro, que se instalara en Cáceres para ayudarle con su labor en la atención de discapacitados psíquicos. La ordenación llegó a Cáceres en 1977 con la aprobación del obispo Jesús Domínguez. Se instaló en la plaza Mayor, en un edificio ahora cerrado. Los hermanos atendían a mayores de 18 años, quienes, antes de la llegada de la ordenación, tras salir de Proa no tenían otro lugar al que dirigirse. En 1990 se trasladaron a la calle Manga, donde continúan actualmente. Cuatro hermanos atienden el colectivo social en Cáceres. La ordenación tiene presencia en otras ciudades españolas y en Marruecos y Venezuela.