El orgullo barriero se adueñó anoche del hípico con 4.500 fieles entregados a las canciones de José Luis Figuereo o, lo que es lo mismo, uno de los artistas nacionales que garantizan la taquilla con entradas a 30 euros en tiempos de crisis. Y es que El Barrio volvió a demostrar, aunque con la mitad de público que hace dos años en su último concierto en el mismo recinto, que su apuesta por el flamenco y el rock andaluz es un seguro para arrastrar público adonde vaya.

Con puntualidad y cubriéndose la cabeza con su inseparable sombrero negro, El Selu pisó el escenario a las 22.30 horas en punto. "Buenas noches, Cáceres", dijo para abrir boca, repartiendo besos y felicitando a una espectadora por su cumpleaños. Lo demás fue coser y cantar para el compositor, que empezó con Réquiem por una magdalena y Crónica de un gay , antes de que un corte de luz le dejara sin parte de iluminación en el escenario.

Cáceres, tercera parada de la gira Duermevela con la que recorrerá hasta diciembre más de 30 ciudades, se entregó al gaditano de principio a fin, haciendo buena la máxima de que un artista se va haciendo grande a medida que crece el cariño de sus seguidores. Y El Barrio, por tercera vez en siete años en la capital cacereña --pasó por el Auditorio en el 2004 y por el hípico en el 2008--, se los ganó desde el primer minuto con un repertorio de éxitos de La voz de mi silencio y su último disco, que da nombre al tour.

MUCHO SENTIMIENTO Que el público coreara una y otra vez sus canciones no fue nuevo porque, si algo tiene su música, es ese punto que la hace cercana a un perfil de edades muy amplio. El sentimiento barriero se dejó notar entre sus seguidores que, como el artista, se plantaron en el hípico con sombreros negros y blancos para dejar claro su apoyo al protagonista de la noche.

Solo hacía falta echar un vistazo a los accesos antes de comenzar el concierto para comprobarlo. Fue el mejor termómetro del principal acontecimiento musical que, a un día del comienzo oficial del verano, acogerá el hípico en los próximos meses. Si hace dos años El Barrio había logrado congregar a 8.000 fieles,