Idealista, creativo, comprometido. Dejó un trabajo formal y se lanzó a la carretera para alcanzar su sueño. Sin más traje que la caja de su batería, Oscar Trigoso destapa su lado más heavy metal, ese que lucha contra las injusticias del mundo y hace que la música dé sentido a la vida.

--Qué bueno tenerle tan cerca...

--Lo mismo digo. Siempre me gusta tener a gente creativa cerca de mí.

--Cada vez que le veo se apodera de mí la nostalgia del pasado...

--¿Por qué? (pregunta entre risas).

--Rememoro mi época heavy en los bajos de Aurrerá, porque yo también tuve una época heavy...

--Todos llevamos un pequeño heavy dentro de nosotros.

--Y aquella batería potente en la que se convertía mi corazón cada vez que escuchaba Va a estallar el Obús ...

--El heavy metal es una de las músicas que mejor aúna la fuerza con la melodía. Y eso es lo que hace que te llegue tan dentro.

--Y recuerdo a mi primo y hermano del alma. Con él descubrí a Miguel Ríos...

--A mí me lo descubrió mi padre, que tenía todo el día en el Renault 12 la cinta de Rock and Ríos .

--Y su A todo pulmón ...

--Un tema que además es muy representativo de la vida de un músico: todo el día en la carretera, luchando. A lo mejor desde fuera esta profesión se ve muy bonita, pero tiene sus momentos duros, te tiene que gustar mucho para seguir en ella.

-- Que difícil se me hace seguir pagando el peaje de esta ruta de locura y ambición, un amigo en la carrera, una luz y una escalera, y la fuerza de hacer todo a pulmón...

--Pues ahí está. Define muy bien lo que es la música, la lucha que existe en este momento entre industria y el arte puro; si logras el equilibrio vas encaminado. Define muy bien lo que es la vida, porque yo defino la música como vida, para mí es lo mismo. Mi vida es la música y la música me da la vida.

--Es que usted, Oscar, es... ¡¡¡tan Miguel Ríos!!!

--(Carcajadas). ¡Cuando lea mi padre la entrevista va a flipar! Es la primera vez que me comparan con Miguel Ríos, pero está bien porque me parece uno de los músicos españoles más coherentes.

--Tan valiente como él...

--La verdad es que soy un poco cobardica. Excepto con las injusticias, que es cuando me rebelo.

--Dejó su nómina para vivir de la música...

--Sí (risas). Todo el mundo en la vida debe intentar conseguir su sueño y yo llevaba mucho tiempo detrás de él. Llevaba muchos años trabajando para poder llegar a un estatus que me permitiese jugármela. Y también tenía una edad que, o daba el salto, o me quedaba ahí anclado.

--Y se echó a la carretera...

--Llevaba 12 años en la carretera aunque siempre con las espaldas cubiertas por un trabajo formal , pero ya era el momento de tirarse al barro.

--A defender su ideología, a ser idealista...

--Siempre he sido idealista pero muy cerebralmente. Me gusta perseguir los sueños, pero no a lo loco, tengo los pies en el suelo, me gusta ir paso a paso, poco a poco, con el objetivo final siempre a la vista, pero sin locuras.

--A dar su talento, su música, a darse por entero a los demás...

--Eso es lo que hacen todos los músicos y creo que esa la meta. Darte a conocer y que tu música llegue a un pedacito de alma de cada oyente.

--A hacer que Cáceres siga sonando y no entierren las notas musicales que la adornan...

--Sí. Intentar cubrir un hueco, un vacío que yo veía que había en Cáceres y en Extremadura. Que se nos empiece a hacer caso, que la música y los músicos tengamos nuestro sitio como cualquier otro segmento de la sociedad.

--Y ahora que le veo con su caja como única piel, confieso que envidio la capacidad que usted tiene de huir de un mundo mecánico, de una vida programada, de una vida alineada...

--Creo que todos deberíamos seguir nuestros sueños. No siempre se puede hacer a la primera, hay que tener tesón. Y seguro que tú también estás a gusto como periodista.

--De ser un heavy metal de principio a fin...

--Es la libertad. No se trata solo de quejarte y quedarte cruzado de brazos. Es intentar mejorar la sociedad que te rodea porque no estás conforme con ella, pero ayudar a solucionar el problema.

--Aunque tímido...

--Sí, sí, soy muy tímido.

--Un romántico metido en el traje de un tipo duro...

--No soy un romántico al uso, soy romántico a mi manera, ante las cosas que me llegan y que logran conmoverme.

--Y hasta un poco Peter Pan...

--¿Por qué, porque me gusta volar? (carcajadas). Es una novela que me gustó mucho de pequeño y siempre la tengo en mente para buscar mi sueño y mi meta.

--¿Oscar, por qué los hombres perdemos tanto tiempo pensando que la sensualidad es solo cosa de ellas?

--(Más risas). Es cierto que la mujer tiene muchas cualidades que el hombre ni siquiera ve de lejos. Y en la sensualidad nos llevan mucho terreno por delante.

--Y creemos que únicamente las satisfacemos cultivando a fondo nuestra sexualidad...

--El sexo no es solo la cama, es incluso una mirada mucho antes de entrar en contacto. Creo que ahí empieza el verdadero sexo. Todo lo que envuelve al sexo es mucho antes y mucho después del simple acto sexual.

--Y en la cama nos volvemos estúpidamente volátiles...

--El ritmo del hombre dentro de la cama es completamente diferente al de la mujer, es otro rollo. Es más, ahí no las entendemos completamente.

--Mientras ellas siguen siendo sublimes, creativas, perfectas...

--(Más risas). Sí, pero eso siempre. En la cama y fuera de ella.

--Y para despedirnos, ¿me dedica una de sus canciones?

--Loco por soñar , de Los Niños de los Ojos Rojos. Porque estoy loco por soñar, loco por sentir, loco por cantar de nuevo, loco por salir de este agujero, loco por tenerte aquí a mi ´lao´ de nuevo, loco, loco... Me gusta por su mensaje: habla de la situación general del mundo, de cómo está en este momento. Y habla también de amor. Loco por soñar de nuevo , creo que es un mensaje muy bonito: que este mundo, que a veces es tan cruel, nos permita soñar, si no con un mundo feliz, sí por lo menos con un mundo mejor que el que tenemos.