Desde que visitó Berlín en 2008, sus viajes tomaron otro camino. Fue entonces cuando comenzó a ojear las calles que los turistas no frecuentan y a husmear en los rincones que pocos miran para encontrar su particular tesoro: piezas únicas de arte urbano. El reportero cacereño David M. Lucía (Puebla de Argeme, 1982) ha recorrido ciudades como Londres, Nueva York, Barcelona y Amsterdam buscando grafitis y dibujos en los muros. En las paredes en las que normalmente nadie repara.

El fotógrafo ha dedicido hacer parada este mes en Cáceres para compartir sus viajes y recopila parte de su material obras en el bar Santé. La exposición está compuesta por catorce piezas, recoge firmas como las de eruditos del aerosol como Sot, Kobra y Eduard Pasquini y está comisariada por el fotógrafo Jorge Armestar. Y curiosamente, cualquiera que visite la muestra puede adquirir las obras por un precio que oscila desde los 15 euros en las reproducciones de pequeño formato hasta los 100 y 120 euros que tiene de precio fijado las grandes piezas.

Tanto el autor como el comisario coinciden en que el atractivo de la muestra pasa por descubrir «la otra parte de las ciudades». «Me fijo en lo que no se fija el turista convencional», asevera el reportero. Apostilla que cuando viaja, aunque visita las zonas conocidas, no tarda en desviarse a otras rutas para buscar los encantos que dejan las paredes a su paso. «Me dedico a dar vueltas por el casco urbano», añade.

Su último viaje fue a Nápoles. Allí reparó en pegatinas, moldes, incluso cartas escritas a máquinas y pegadas con cola en los muros. No hace distinción, cualquier expresión es válida para recrear un arte que antes, destaca David M. Lucía, era considerado como una acción «subersiva» y ha pasado a ser una forma de expresión más y «de repente a todo el mundo le gusta. Aún no ha marcado su próximo destino aunque visitará Barcelona y recorrerá zonas con expertos del grafiti para seguir aumentando la colección. De momento y hasta el 28 de noviembre, el fruto de sus viajes estará expuesto en el local de Reyes Huertas. En los muros. Donde para el objetivo de David M. Lucía está el arte.