Las reparaciones del hogar encierran a veces cierta picaresca: el usuario firma a la vez, y sin saberlo, la aceptación del presupuesto, la orden de ejecución y la factura. Por tanto, y aunque no quede conforme con el servicio, tendrá problemas si quiere reclamar. "A una mujer le desmontaron el calentador para estudiar la avería y le dijeron que de entrada, solo por eso, si quería que se lo volviesen a montar, debía pagar 300 euros", señalan desde la asociación de consumidores Acuex. Tampoco en este caso las empresas tienen sede en Cáceres.

Otra reclamación habitual está relacionada con los vehículos. Muchos ciudadanos cuentan con franquicias en los seguros de sus coches, es decir, pagan por ejemplo los primeros 150 euros de un golpe o roce, y el resto lo abona la compañía. Pues bien, según Acuex, algunos peritos no valoran todos los daños en conjunto, sino que consideran cada pieza deteriorada por separado como si fuesen varios siniestros distintos (el capó, una puerta, otra puerta, la aleta...). De este modo, ningún arreglo pasaría de los 150 euros y el usuario debería pagarlos todos. "Lo peor es que no puede reclamar, porque está permitido. Siempre recomendamos a los consumidores leer detenidamente los contratos e informarse de las condiciones", indican desde Acuex.