THtoy estamos de velatorio por la muerte del velador, mientras los hosteleros de Pizarro luchan por sobrevivir al calor y a la crisis, cada vez son más hostigados y presionados. En resumidas cuentas: no les dejan vivir, con restricciones. Unos días sí al velador, otros no, sin negociación posible. Mi pregunta es: si Pizarro no sobrevive, ¿qué se hará en Cáceres? Pues ir a misa de doce.

Pero no se equivoquen. No solo se mueren los bares. Mientras los jardines de determinadas zonas se ahogan desperdiciando agua, los de otras se asfixian. ¿Para qué ponen plantas en barrios humildes si luego no las riegan? ¿Por qué no las ponen de plástico? El agua, ya saben, es cara, carísima, así que algún listo ha decidido que en nuestra hermosa ciudad hay barrios de regadío y de secano. Cierran piscinas en pleno agosto y las que quedan cierran antes. ¿Los políticos no van a las públicas? Yo no he visto a ninguno. ¿Las tendrán privadas? Pues que las abran al público para que podamos ir a bañarnos hasta las nueve. ¿O ni sienten ni padecen?

Cáceres se queja por este tema y nuestra cúpula hace mutis por el foro. ¿Estarán de vacaciones? Pues el resto de los mortales, no y necesitamos las piscinas públicas para poder disfrutar de vacaciones. Se prevén para el lunes temperaturas de más de 41 grados a partir de las ocho horas. A ver si se hace caso a las reclamaciones que existen en las piscinas de los 1.001 usuarios que asisten a ellas. ¿O es que las reclamaciones van a la basura?

Rogando solidaridad a las comunidades de vecinos con piscinas y estando seguro que el ayuntamiento no solucionará nada, una sugerencia: podrían las comunidades abrir las piscinas al público por un módico precio y sacar un dinerillo para solventar algunos gastos. Estemos preparados para que el año que viene, el primo, cuñado o sobrino de alguien convierta nuestras piscinas en piscifactorías para criar besugos o tener donde meterlos que, visto lo visto, abundan. Sobrevivan al calor, lloren como plañideras a ver si vale de algo y que el descriterio les acompañe.