TSteamos completamente sinceros al plantearnos que lo verdaderamente peligroso en esta ciudad no es el cierre del Ateneo como tal; es una vez más la falta absoluta de interés por la cultura de aquí. Puestos a quejarnos, cualquier pueblo tiene mejor hospital. Es preferible traer a cualquier mamarracho para que lo idolatremos que aceptar que lo nuestro vale y es incluso mejor que lo de fuera. ¿Qué es la cultura para el PP? Recordemos que, cuanto más inculto es un pueblo, más manejable resulta.

En estos casi dos años dedicado al arte en Cáceres he aprendido que los espacios se abren y se cierran, y no nos escandalicemos: lo verdaderamente preocupante es la mentalidad política de pensar que el hecho de ceder un espacio para exponer ya es suficiente ayuda a la cultura; espacios sin peanas, sin sistemas para colgar cuadros y, en muchos casos, sin la seguridad adecuada. En algunos círculos culturales se describe al Ateneo como un lugar bastante cercano a la política. ¿Será verdad? ¡El arte es la firma de una época, jamás debe ser íntimo de la política! Y si lo ha sido, que nos extraña, en eso se basa la política: unos ayudan los siguientes se lo cargan. La historia cacereña con este partido está llena de sin criterios. Recuerden que esta ciudad no se murió. Fue brutalmente asesinada en un absurdo intento de convertirla en una segunda y mala versión de Benidorm. Cada vez estoy más convencido que no es tiempo de políticos, si no de personas, personas que gestionen, no políticos faraónicos, más preocupados por quedar su huella arquitectónica que por conseguir que Cáceres sea una ciudad a la altura de sus posibilidades. Que a ojos del partido reinante, y a los hechos me remito, la cultura es una enfermedad, los enfermos son una carga, la educación es un privilegio, las mujeres no son dueñas de sus cuerpos (no permitirán parir a las que quieren y obligarán hacerlo a las que no), la sanidad es cosa de Reyes Magos y del matrimonio ni hablo porque con la situación económica reinante no se casará nadie. Que el descriterio les acompañe.