TEtrase una vez una ciudad desencantada. Recaemos en la pérdida de turistas, los universitarios no nos ven como destino. Frente a Badajoz nos quedamos obsoletos, o mejor dicho nos quedaron obsoletos en tiempos pasados, sin crecimiento y dejando de ser atractivos para grandes multinacionales. Comenzamos sin darnos cuenta a correr el riesgo de retroceder, ¿será que no vendemos bien nuestra materia prima? o que, aturdidos por el clima, hemos confundido cultura con agricultura. Imaginen, según se oye y se comenta y siempre presuntamente, mientras generadores de cultura extremeños de la altura de Angel Arias Crespo , Angel Duarte y Tizón (disculpen que hable solo de pintores y escultores) viven en el olvido, al parecer planean escribir un libro ¿con dinero de todos? sobre Eusebio el Batería , me pregunto: ¿qué esta pasando? No lo entiendo, discúlpenme. No es menospreciar a Eusebio, pero es un ejemplo de sin criterio. En tiempos de bonanza bueno está, pero en este momento, ¿qué es la cultura en esta ciudad? ¿y para qué sirve? Porque en las condiciones de nuestros generadores culturales y confundiendo churras con merinas, de aquí a nada nos hacen una película, o mejor una continuación de 'Bienvenido Mister Marshall'.

Discúlpenme, pero a día de hoy no somos en absoluto una ciudad abierta a la cultura. Womad ha sido lapidado hasta convertirse con mucho esfuerzo de los organizadores por subsistir en Womad pocket. La mayoría de manifestaciones artísticas sobreviven de manera solidaria. La cultura se genera por personas con trayectoria y formación. La crítica de arte Suzi Gabli preguntó hace años: ¿Ha muerto el arte moderno? Hoy en esta situación ártica vaticino la muerte de la cultura, porque el principio del fin es cuando todo vale. Si nuestra sociedad camina de espaldas a nuestros mayores que dedicaron su vida al arte ¿Qué esperamos hacer aquí los generadores noveles? Si Dios existe, cómo va a obrar milagros en esta ciudad si nuestra cúpula cacereña idolatra a ídolos de barro. Que el descriterio os acompañe.