El padre del detenido por las presuntas intoxicaciones ocurridas en Trujillo, José Sánchez, se mostró ayer escéptico ante los hechos que se le imputan a su hijo. "Yo no quiero creer, pues es algo muy grave, que alguien de mi sangre haya querido envenenarnos", indicó a EL PERIODICO. Sí reconoció, no obstante, que es llamativo que cuatro personas de la misma familia --la madre, el padre, el hermano y el tío del detenido-- hayan estado en la misma época en el hospital con los mismos síntomas. Por todo ello, su deseo es que se esclarezcan los hechos, "pues la situación es muy difícil".

Explicó que la relación con su hijo Juan José, --el presunto autor de los hechos-- "es cordial, aunque como con todos los jóvenes a veces hay algún roce, pero lo normal entre padre e hijo". A pesar de esa cordialidad, reconoció que no se veían mucho, y también que alguna vez le robó.

En lo que se refiere a su novia y también imputada, Alicia B., dijo llevarse bien con ella. "Es buena muchacha y la conozco desde siempre, hace años incluso trabajé con su padre".

José Sánchez vivió un tiempo en la pedanía trujillana de Huertas de la Magdalena, "y de allí nos trasladamos mi hijo el pequeño, mi cuñado, mi mujer y yo al barrio de la Piedad, porque creíamos que la vivienda estaba contaminada y era lo que provocaba las intoxicaciones". Pero con el tiempo se dieron cuenta de que la vivienda no era la causante de los problemas que sufrían.