El Colegio Internacional San Jorge superó una quiebra en 1998 de la mano de un grupo de seis empresarios y 15 profesores que asumieron la propiedad y salvaron la crisis. Cinco años después, una vez asentado el proyecto, el centro acaba de ejecutar un proceso de reestructuración para garantizar definitivamente su continuidad y su sistema educativo, bastante novedoso. El capital social se ha incrementado hasta 1,2 millones de euros (200 millones de pesetas) participado al 60% por 15 empresarios, al 20% por profesores y al 20% por medio centenar de padres, que han aportado cada uno más de 6.000 euros (1 millón).

"Aseguran así el futuro del colegio y la formación que desean para sus hijos", explicaron ayer dos de los empresarios, Juan José López y Javier Andrada, que esperan que este proceso acabe de una vez con los rumores de cierre del centro. El capital social sigue abierto a posibles ampliaciones.

El sistema del colegio, único privado en la provincia, es innovador: tres idiomas; proceso educativo a través de bits de inteligencia (reiteraciones); número limitado de 22 escolares por clase; formación personalizada con un preceptor por alumno... Además, otorga a sus promociones padrinos del renombre de Miguel Delibes, Esperanza Aguirre, Matías Prats o Alejandra Vallejo-Nájera.