Por un colegio digno. Basta de desidia» podía leerse en la pancarta que portaban ayer los padres del colegio Extremadura en la concentración que llevaron a cabo a primera hora de la mañana en la puerta del centro. Exigen una solución al estado en el que se encuentran las instalaciones, construidas en los años 70 y en las que, según afirman, hace años que no se lleva a cabo ningún tipo de mantenimiento.

La protesta, secundada por padres, madres y alumnos, viene motivada por los últimos incidentes ocurridos la semana pasada y que han supuesto que los alumnos de Infantil hayan estado una semana sin clase. Tal y como publicara este diario, cuando el miércoles 9 de enero los alumnos regresaron a las aulas tras las vacaciones de Navidad se encontraron inundada la zona en la que se ubican las seis aulas de Educación Infantil. Una tubería había reventado en un antiguo baño contiguo a una de las clases de este ciclo. El agua había anegado todo el pasillo y tres de las seis aulas quedaron inutilizables (a las otras tres clases el agua también llegó pero en menor medida).

La inundación afectó a los suelos, al mobiliario y al material escolar. Los niños, unos 150 de entre tres y cinco años, no pudieron acceder a sus aulas y a los padres se les aconsejó que no los llevaran hasta hoy al centro por precaución (estos días solo ha acudido al colegio una decena de niños porque sus padres no podían dejarlos a cargo de nadie), debido a que en las aulas se concentraba mucha humedad y al olor que esta produce.

Durante todo el fin de semana se ha mantenido encendida la calefacción para agilizar el secado. De hecho la actividad de la caldera provocó este fin de semana que saliera gran cantidad de humo por la chimenea e hizo saltar de nuevo las alarmas al creer que había un incendio. Fue una falsa alarma. «La caldera ha sido revisada y no tiene problema», afirma el tesorero de la Asociación de Madres y Padres del Alumnos (Ampa), Francisco Sánchez, que tiene a una hija estudiando en este ciclo.

Ayer se recuperó la actividad lectiva, pero no ha asistido ni la mitad «porque el olor continúa siendo insoportable», afirma Sánchez. De hecho, según confirma la Consejería de Educación, como aún existen aulas en las que el olor a humedad es muy acusado, la dirección del colegio ha habilitado otras dependencias para que las clases puedan desarrollarse con normalidad.

DOS AVERÍAS EN TRES DÍAS / No fue la única avería, sino que el jueves por la tarde se reventó una nueva tubería, esta vez en la primera planta del colegio, en un antiguo aseo que actualmente utilizan los profesores. En este caso afectó a los baños de Infantil y Primaria, al pasillo central del colegio que da acceso al comedor y al hall de entrada. En este caso no fue necesario suspender la actividad lectiva, aunque sí tuvo que cortarse el agua por prevención. Los padres temen que continúen los reventones porque la red de tuberías es muy antigua, es de hierro y está picada.

Ante esta situación los padres asistieron ayer a la concentración con paraguas y botas de agua para escenificar la indumentaria que necesitan sus hijos para acudir a clase. Exigen que se dé una solución urgente a la red de abastecimiento y que se lleve a cabo la reforma integral del centro, prometida hace seis años. Está presupuestada en casi 650.000 euros pero el colectivo de padres reclama que se les haga llegar el proyecto para poder estudiarlo.

En este sentido Educación confirmó ayer a este diario que «tiene previsto hacer una reforma integral del centro educativo, cuyas obras están a punto de adjudicarse y se prevé que comiencen en primavera». Y añadió que «se está haciendo todo lo posible para que la actuación del cambio de todas las tuberías del centro se agilice al máximo para que se pueda llevar a cabo antes incluso de esa fecha». Esta semana está previsto que la delegada provincial de Educación, María Luisa Guillén, se reúna con la asociación de padres y el equipo directivo para trasladarle las actuaciones que tiene previsto realizar.