Padres del instituto Hernández Pacheco critican la forma en la que se han concedido las Matrículas de Honor en 2º de Bachillerato en el centro. Este curso había siete alumnos con méritos para conseguirla, con una media de 10 en los dos cursos de Bachillerato. En cambio, al solo poder conceder cuatro (la ley permite una Matrícula de Honor por cada 20 alumnos), el instituto optó por decidirlo por sorteo. De esta forma, llevaron a los siete estudiantes a un aula, pusieron sus nombres en un papel y sacaron cuatro, los cuatro agraciados con la Matrícula de Honor que les permitirá, entre otras cosas, conseguir la matrícula del primer curso de la universidad gratis.

Se trata de un asunto que no está regulado en la administración por lo que, según indica la Consejería de Educación, «son los propios centros educativos, dentro de su autonomía de funcionamiento, los que fijan los criterios en caso de desempate». Y este instituto tomó la determinación de hacerlo así porque no les quedó otra alternativa, según justifica el director, Felipe Fernández.

Él aclara que en caso de empate, en este centro se contemplan cuatro opciones: Primero comparar solo las notas de 2º de Bachillerato (todos tenían 10) o comparar las notas medias de las asignaturas comunes de este curso (también tenían 10 todos). De seguir empatando, el siguiente paso es tener en cuenta solo las notas de 1º de Bachillerato (todos tenían 10) y el último, mirar las notas medias de las asignaturas comunes de este curso (también todos tenían 10). «No nos ha quedado más remedio que hacerlo por sorteo, empataban en todo», afirma.

Los padres, en cambio, consideran que esta decisión lo que conlleva es una discriminación hacia los alumnos que no la han conseguido. «Mi hija tuvo el 10 más amargo de su vida. Es muy triste que llegue a casa y te diga que no ha conseguido la matrícula porque en su moneda no salió cara», señala una de las madres, Nuria de Pablo.

ESCRITOS A EDUCACIÓN / Han enviado un escrito a la delegación provincial denunciando lo sucedido y han solicitado reunirse con la consejera, pero no les han atendido. «Lo que pedimos es que a los que no la han conseguido se les reconozca su matrícula, más aún cuando hay centros en los que se quedan sin dar ninguna porque no hay notas suficientes», reclama.

Estos padres advierten además de que la forma en la que se realizó podría no ser legal. «En la ley se dice que para incluir una nueva forma para decidir estas matrículas tiene que aparecer la forma de proceder especificada en el proyecto de curso, que se presenta en septiembre, en cambio esto se decidió en marzo, en la reunión de la comisión de coordinación pedagógica y pretenden hacerlo efectivo en mayo», asegura Pilar Cruz.

En un instituto de Asturias ocurrió lo mismo. Solo podían conceder dos, pero había cuatro alumnos aspirantes a ella, por lo que se decidió por sorteo. Las que la consiguieron han renunciado a ella.