El presidente de la Asociación de Padres y Madres del Centro de Educación Especial Proa, José María Tovar, aseguró ayer que "no se cerrarán las puertas a una negociación con los colectivos vecinales de Aldea Moret para exigir a la Junta que el colegio se quede en esa barriada siempre y cuando se garantice la seguridad de los niños durante las obras y se ejecute un inmueble adaptado a las necesidades y discapacidad de sus alumnos".

Tovar realizó estas declaraciones tras la reunión que ayer mantuvo con su junta directiva y después de las manifestaciones de tres representantes vecinales de Aldea Moret y de un vigilante de seguridad del centro, que defendían la permanencia de Proa en el barrio por el prestigio y beneficio económico de esta institución educativa. Además, estiman que la Junta puede buscar una alternativa al traslado que, a su juicio, pasa por una reforma integral del inmueble. "Es lo único que tenemos y si se lo llevan, ¿qué nos queda?", se preguntan.

La Ampa insiste en que "en ningún momento" se quejan de la ubicación del centro en Aldea Moret sino de su deterioro. Subrayan que "es absurdo" que se realicen obras al tiempo que unos alumnos dan clase o residen en un internado. "Lo que queremos es un centro nuevo. ¿Dónde? donde sea, porque el actual no tiene condiciones y no hay ningún colegio en Extremadura que esté tan obsoleto y dejado como éste". Tovar reconoció que la ubicación actual tiene una vegetación y arbolado adecuados pero que lo más práctico "es que esté en otro sitio".

VARIOS MESES El presidente de la Ampa dijo no entender la crítica vecinal e insistió en que no quiere entrar en esa guerra. "Siempre he defendido a la zona sur de Cáceres y he luchado para que ese barrio no esté marginado. Es muy loable la posición de Aldea Moret, pero no creo que Proa, en la situación en que se encuentra a día de hoy sea una cosa insigne para el barrio".

Tovar aclaró que su intención no ha sido poner en duda la vigilancia nocturna del colegio, sino exigir soluciones a los robos que se producen de día. De hecho, la asociación de padres lleva alertando desde noviembre de los continuos hurtos a los que está sometido el colegio y temen por la integridad y seguridad de sus hijos. "No queremos que haya una desgracia", insisten.

Añadió que, como Ampa, "criticamos que Aldea Moret use el tema del colegio para reivindicar cosas para el barrio" y dijo que comparte la posición de Arístides García, presidente de la Asociación Socio-Cultural de Aldea Moret, de que el problema de la zona es la seguridad y que, por tanto, lo que hay que reclamar son más infraestructuras, no pensar que Proa es la alternativa perfecta para el desarrollo.

Entretanto, de la reunión que ayer celebró la Ampa salieron varios acuerdos. Entre ellos, que los padres denunciarán de forma individual cualquier robo que se produzca en Proa y exigirán al director que les informe de cuantos sucesos acontezcan.

Además, solicitarán una entrevista con el alcalde, José María Saponi, para que les dé cuenta de las gestiones que en materia de seguridad ha realizado el ayuntamiento para mejorar el colegio. También pedirán un encuentro con la Consejería de Educación para que aclare la decisión que va a adoptar con respecto al centro. "La Ampa se ha puesto en contacto con don Felipe Gómez, director general de Política Educativa, pero nos han dicho que estaba reunido, que no se podía poner", dijo Tovar.

Por su parte, desde la Consejería de Educación de la Junta se insistió ayer en que los técnicos siguen elaborando el informe que determinará la decisión final, es decir si se remodelan las instalaciones del centro o si se construye uno nuevo en éste u otro barrio de la ciudad. Los terrenos del colegio actual son de Caja Extremadura y en su origen fueron chalets de dirección de la Unión Española de Explosivos.