Los padres que el pasado 30 de agosto se llevaron por la fuerza del Centro de Acogida de Menores Julián Murillo a sus tres hijos --dos niños de 7 y 5 años y una niña de 10 meses-- seguirán sin poder acercarse a ellos. Será así al haber denegado el Juzgado número 2 de Cáceres, encargado del caso, la petición formulada por el abogado de la pareja referente a que se dejara sin efecto la orden de alejamiento dictada.

Julio Prieto Batuecas, de 41 años, y Sonia Batuecas Julián, de 29, fueron detenidos en Avila dos días después de huir de Cáceres con sus hijos, y para ellos decretó la titular del Juzgado número 1 de aquella ciudad su ingreso en prisión.

Tras 23 días en la cárcel, el titular del Juzgado número 2 de Cáceres decretó su puesta en libertad provisional, pero estableciendo la prohibición para la pareja de comunicar con los niños y de acercarse a menos de 200 metros de ellos y del centro en que están acogidos.

Contra este auto de libertad provisional presentó el abogado de la pareja, Celestino Sánchez, un recurso de reforma. Se solicitaba, en concreto, que se dejara sin efecto la orden de alejamiento y se restableciera lo fijado por la Junta antes del suceso, es decir, permitirles visitar a sus hijos una vez al mes, pero el juez ha desestimado la petición, indicaron ayer a EL PERIODICO fuentes judiciales.

Por lo demás, continúa la instrucción de esta causa, en la que, según las mismas fuentes, se ha personado recientemente como acusación particular la Junta de Extremadura.