Los bomberos de la provincia de Cáceres llevan años reivindicando mejoras, pero su última lucha se ha prolongado durante casi dos meses. En total han sido 52 días --nueve de ellos de ayuno-- de movilizaciones, encierros y "mucha unidad" lo que les ha costado conseguir que se les escuche y obtener al menos, y según sus propias palabras, parte de sus demandas.