«Para esta tienda no, porque me vale con las dos que solemos estar, pero para el restaurante, como casi todas las navidades, sí que voy a necesitar contratar a gente seguro». Así encara la Navidad Irit Mijhaeli, propietaria de la tienda de moda Martina mi boutique, en la calle San Pedro 14, y del restaurante casa Mijhaeli, en la plaza de la Concepción. «Voy a necesitar por lo menos dos personas para los próximos tres meses, que es lo que va a durar la campaña de navidad, y quién sabe si por algún tiempo más...», manifiesta.

Afirma Irit que las comidas y cenas de las empresas, muy frecuentes en las fechas que se avecinan, propiciarán que su negocio de hostelería precise un ayudante de cocina y otro ayudante de camarero. Dice, además, que hace poco dejó su trabajo uno de los empleados que tenía fijo en el restaurante, por lo que, posiblemente, una de las nuevas contrataciones que efectúe pueda prolongarse durante los siguientes meses. «El ritmo de trabajo en estas fechas es más fuerte. Hay mucho y se necesita hacerlo con más rapidez», insiste.

En su tienda de moda, finaliza, todavía se nota los efectos de la crisis económica que ha atizado al país en los últimos años, por lo que, pese a estar en una de las calles más céntricas de la capital cacereña, «con Eva (la otra trabajdora) y yo, suficiente».