Vuelven a estar paradas las obras de rehabilitación del Museo de Cáceres. Es el centro de referencia de la historia de la provincia, con más de 50.000 piezas en custodia; sin embargo, lleva sin reformarse cuatro décadas. Tiene problemas de accesibilidad, de climatización e iluminación y humedades. La última vez que se aprobó su reforma, en 1995 con Felipe González en el Gobierno, el proyecto nunca llegó a ver la luz.

Esta vez se espera que el estancamiento se resuelva pronto, ya que el problema está en un error en el proceso de licitación. La empresa encargada de redactar el proyecto debía haberse adjudicado el pasado 7 de junio sin embargo, un fallo en la documentación entregada por la que ganó el concurso ha provocado que la quedó en segundo lugar en el proceso de adjudicación presente un recurso que todavía no se ha resuelto.

Al concurso para contratar el servicio de redacción del proyecto de ejecución, proyecto de actividad, dirección facultativa completa y coordinación de seguridad y salud se presentaron diez empresas. El 7 de junio se reunió la mesa de contratación para estudiar las propuestas y decidir la ganadora: La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por los arquitectos Juan Carlos Arnuncio Pastor, Valeriano Sierra Morillo, Jael Ortega Vázquez, Arcadio Conde Macías y Juan Carlos Corona Ruiz.

Sin embargo los miembros de la mesa observaron un error en la documentación, ya que la oferta económica tan solo estaba firmada por uno de los componentes de la UTE, siendo necesaria la firma de todos ellos. Así las cosas la mesa acordó "que dicha carencia de firmas es un defecto subsanable", por lo que se decidió que "en el momento de la formalización del contrato se requerirá a la UTE ganadora la firma de todos los profesionales que la conforman", según señalaron a este diario fuentes del Ministerio de Cultura.

No pensaron igual los profesionales que quedaron en segundo lugar en el concurso, que presentaron un recurso contra la adjudicación alegando que la falta de firmas de la oferta económica no es defecto subsanable. Dicho recurso supone la suspensión del procedimiento, sin poderse realizar la adjudicación hasta que lo resuelva el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, órgano que tiene competencia en estos asuntos. Después la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos presentó un informe al tribunal "manteniendo que la falta de firmas es un defecto subsanable", de acuerdo con la jurisprudencia de este mismo órgano. A fecha de hoy aún no se ha subsanado el problema.

El concurso se publicó en el Boletín Oficial del Estado el 4 de marzo, con un presupuesto base de licitación que ascendía a 575.355 euros. Un mes después una treintena de representantes de empresas y profesionales interesados en el concurso llevaron a cabo una visita guiada al Museo de Cáceres por los técnicos del monumento. Entre las actuaciones que se realizarán destacan la mejora de los problemas de accesibilidad y la instalación de calefacción y aire acondicionado.