Las obras de ampliación del cementerio están paralizadas, llevan más de dos meses así. La empresa que las estaba ejecutando, Aguaema, las suspendió el pasado 15 de noviembre tras contactar antes con el ayuntamiento. La paralización de los trabajos coincide con la falta de nichos nuevos en el camposanto. Los entierros están garantizados porque se recurre a nichos que van quedando libres en el cementerio o en las fases de la ampliación ya terminadas. Actualmente se cuenta con un centenar y siempre hay un colchón de sepulturas que van quedando desocupadas por traslado de los restos o porque no se renuevan las concesiones de los nichos, un periodo que en la ordenanza fiscal es de cinco o de treinta años.

La situación actual es preocupante si se sigue prolongando y es bastante irregular porque el anuncio de adjudicación de la obra se hizo en diciembre de 2018 y más de un año después no está terminada y no hay una fecha para su reanudación. El contrato era para la construcción de 216 nuevos nichos y de columbarios y se iban a completar dos nuevos patios. La ampliación del cementerio está diseñada desde 2010 para 4.460 nichos, pero en esta década solo se han ejecutado 648.

EL LADO POLÍTICO / Fue el portavoz del grupo municipal del PP, Rafael Mateos, quien a primera hora de la mañana de ayer alertó de que la obra está parada, subrayando que se trata de «una cuestión seria» porque «pueden existir problemas en los enterramientos» y señalando al gobierno socialista como responsable.

La respuesta vino horas después por parte del portavoz del gobierno, Andrés Licerán, que mostró su indignación porque fue con el anterior gobierno del PP cuando se adjudicó la obra, que tardó más de seis meses en iniciarse. La propuesta de adjudicación se publicó en diciembre de 2018, pero los obreros no entraron en el cementerio hasta julio. Licerán especificó que el ayuntamiento actuará contra la adjudicataria por incumplir los plazos, vencieron a finales de noviembre, y que se pedirá responsabilidades. No concretó si ahora se irá a la liquidación del contrato, paso que tocaría dar, pero que puede prolongarse durante meses.

La obra se adjudicó al grupo Orizontia en la propuesta que hizo el ayuntamiento en diciembre de 2018. El importe de adjudicación era de 245.000 euros. Pero los trabajos no empezaban y el consistorio abrió un expediente. La solución no llegó hasta el verano. Una empresa constructora, Aguaema, asumió obras de Orizontia, entre ellas la de Cáceres.

ACUERDO DE CESIÓN / El acuerdo entre las dos empresas consistía en que Aguaema iniciaba las obras de los nichos y cuando se llegase al 20% de ejecución Orizontia cedía el contrato a Aguaema, segun indicó ayer José María Martínez, responsable de la obra por Aguaema. Pero cuando se llegó a ese porcentaje Orizontia «no accede» a la cesión «y no sabemos los motivos», añadió.

Javier Pérez, gerente de Aguaema, y Martínez detallaron ayer que a partir de ese momento su empresa se encontró con una situación de inseguridad en la que no tenían garantías suficientes de que cobrarían la totalidad de los trabajos. Se comunicó esta situación al ayuntamiento y «ante la falta de respuesta se decide parar los trabajos», puntualizó el responsable de la obra, que insistió en que la empresa quiere finalizar la construcción de los nichos, pero demanda del ayuntamiento garantías de que «la subcontrata -Aguaema- cobrará» y con ello también los proveedores locales. Ya está ejecutado más del 65%, están levantadas las estructuras de los dos patios de nichos -se ven en la fotografía-.

Hay tres certificaciones que el ayuntamiento pagó a Orizontia y que la adjudicataria endosó a Aguaema, pero, según preciso Martínez, hay otras dos más que la empresa desconoce si el ayuntamiento ya las ha abonado a Orizontia para que las pague a Aguaema. Pérez y el responsable de la obra coincidieron ayer al señalar que quedan pendiente de pago unos 100.000 euros. Se ha ejecutado obra por un importe de 160.000 de los 240.000 del coste de adjudicación y Aguaema solo ha cobrado unos 60.000 euros de los endosos hechos por Orizontia tras cobrar del ayuntamiento, detallaron ayer desde Aguaema.

Por parte de Orizontia se aseguró ayer por la tarde que las tres certificaciones que se emitieron se pagaron a Aguaema y que no se tiene constancia de que haya más. Desde la empresa adjudicataria se remitió a un responsable de la compañía para ampliar la información sin que ayer por la noche hubiese una respuesta a las preguntas formuladas por este diario.

El proceso administrativo de esta obra se inició mucho antes, en mayo de 2018, cuando la comisión informativa de Economía dictaminó una modificación de los presupuestos para dotar de crédito a la obra de construcción de nuevos nichos. Más de un año y medio después de aquella decisión aún no ha acabado.