Proa se inauguró en 1968 en un recinto de cinco hectáreas con chalets que habían servido de residencia para los ingenieros de las minas. La adaptación fue posible gracias a la financiación de Caja Extremadura, también titular del solar. Desde entonces funciona como único colegio para discapacitados con internado en la provincia, pero las instalaciones nunca han sido idóneas para la función que desempeña. Todas las partes coinciden en pedir un nuevo centro y en la necesidad de hacerlo cuanto antes, aunque las discrepancias también van cada año en aumento.

2005: el problema sepone sobre la mesa

Fue en noviembre del 2005 cuando los padres pidieron un nuevo centro ante el deterioro del actual. "Es tercermundista", llegaron a afirmar. Ya por entonces propusieron a Caja de Extremadura que recuperara los terrenos, cedidos a Educación por treinta años, y vendiera una parte para viviendas, financiando así el nuevo centro en ésta u otra parcela.

2006: Primeros escollosy baile de parcelas

La Junta de Extremadura, responsable de la política educativa, puso a trabajar a un equipo técnico para determinar si era necesario reformar el colegio o construir otro. Comenzaron las especulaciones con varios solares: Mejostilla, Nuevo Cáceres, Cuartillo... Los vecinos de Aldea Moret iniciaron una campaña que se mantiene hasta hoy para no perder otra de sus señas de identidad. La Ampa alegó que solo pretendía acercar a los niños a la ciudad para facilitar su integración y su movilidad, al considerar la parcela de Aldea Moret "muy aislada".

El expresidente Ibarra se pronunció abiertamente y el 9 de marzo anunció que ya existían negociaciones con Caja de Extremadura para construir el nuevo colegio en la misma parcela que la que ocupa ahora.

2007: Desencuentros,protestas y pancartas

Tras un año sin noticias, el entonces alcalde José María Saponi recibió a los padres, que habían madurado su postura y ya se mostraron claramente favorables a acercar el colegio al centro, a ser posible en Nuevo Cáceres. Saponi se comprometió a enviar a la Junta la relación de parcelas libres. Por entonces el Grupo Municipal Socialista calificó el posible traslado de "insolidario" con Aldea Moret. Pese a las reuniones entre padres, políticos y vecinos, las discrepancias se acentuaron. Padres y trabajadores de Proa realizaron protestas en primavera exigiendo el fin de las "penurias" y que se primara el interés de los alumnos.

Ayuntamiento y Junta comenzaron a visitar las parcelas disponibles. El 11 de abril, Ibarra y Saponi lanzaron el mismo mensaje: Proa debía quedarse en Aldea Moret, en la parcela actual u otra. Los padres, que decían sentirse "manipulados", volvieron a las protestas en otoño. Carmen Heras, ya alcaldesa, afirmó que el centro se haría, pero no habló del lugar. En diciembre, Fernández Vara, también ya presidente extremeño, comunicó a los padres que el colegio se quedaría en Aldea Moret y concretó la parcela, en Río Tinto. Los vecinos se opusieron abiertamente a la recalificación del solar actual de Proa para viviendas protegidas.

2008: La polémica entrade lleno en el consistorio

El tema se paralizó hasta junio, cuando el pleno del ayuntamiento aprobó por unanimidad una moción del PP para que se agilizara el nuevo centro. Sin embargo, comenzaron las diferencias en el modo de hacerlo. IU dejó claro que no apoyaría la recalificación del solar para viviendas protegidas, un paso necesario en la operación que ya estaba en proyecto: Caja Extremadura cedería la mayor parte al ayuntamiento para usos sociales y administrativos, vendería otra parte para viviendas y destinaría esos ingresos a sufragar el nuevo colegio en el poblado minero. En diciembre, en comisión de Urbanismo, el PP también se negó a esta operación alegando que los padres pedían una ubicación más integrada y que en el barrio sobran casas protegidas.

2009: Un callejón demomento sin salida

Los padres han continuado todo el año demandado el estudio de nuevas parcelas. El asunto, además, ha llegado a un punto más que complejo. El pasado día 6, en la Comisión Municipal de Urbanismo, quedó claro que la operación urbanística no reúne los votos suficientes para integrase en el nuevo Plan General Municipal de urbanismo. IU insiste en no apoyarla. El PP supedita sus votos a un cambio en la ubicación del colegio: dará el sí siempre que se construya en Nuevo Cáceres. El gobierno local está dispuesto a sacar adelante el plan aunque Proa quede fuera, y ninguna parte da su brazo a torcer. En consecuencia, el asunto se aparcaría otro año hasta poder retomarlo, y si ahora no hay acuerdo, ¿cuál habrá después?.