Tres años y ocho meses después de ser detenidos y acusados de intentar envenenar a varios familiares, suceso ocurrido en Trujillo, Juan José S. M., de 36 años, y su hoy expareja Alicia B. R., de 31, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados para ser juzgados por cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa y de un delito de maltrato habitual, supuestamente cometidos en las personas del padre, el hermano y un tío de Juan José. El juicio continuará hoy.

Los dos negaron una y otra vez haber suministrado a ninguno de ellos el medicamento, Colme, con el que presuntamente les habían estado intoxicando entre los años 2003 y 2005, y que el acusado había consumido en alguna ocasión en los diferentes tratamientos seguidos para su deshabituación alcohólica. Negaron haberlo hecho, pero no que pudiera haberlo hecho el otro, hasta el punto de que se inculparon veladamente el uno al otro.

Junto a ellos se juzga, en su caso en concepto de cómplice, a Victoria R. A., madre de Alicia, que fue la que adquirió los envases del medicamento con los que presuntamente se cometieron los envenenamientos.

El primero en declarar fue Juan José, que insistió una y otra vez en que él no tenía nada que ver con lo sucedido. "Yo no sé nada del Colme", "yo no he hecho nada" y "yo no he sido", fueron sus frases más repetidas. No obstante reconoció, a preguntas de la fiscal, que inició el tratamiento con Colme en febrero del 2003, que fue cuando se produjo el primer ingreso de un familiar; o que su tío recayó durante un ingreso tras pasar él y Alicia una noche con él, a raíz de lo cual les prohibieron las visitas.

Y reconoció asimismo que tras las detenciones grabó a su entonces pareja, lo que justificó alegando que "como yo no había hecho nada quería averiguar qué había pasado, no fuera que me comiera yo el marrón". Así como también que el 14 de abril del año pasado denunció a Alicia y su madre en el Juzgado de Trujillo "porque sospeché que estaban envenenando a mis hijas".

Alicia B. R. lo negó todo, salvo que encargó a su madre que comprara el Colme, "pero porque él me lo pidió, porque se lo recetaron en el Cedex (Centro de Drogodependientes de Extremadura) y lo tomaba cuando le parecía". Y aunque Juan José había asegurado momentos antes que no conocía ni como era este medicamento, "porque siempre me lo daba mi madre, cuando vivía con mis padres, y Alicia después", ella aseguró que "algunas veces se lo daba yo, pero delante de él, y otras lo tomaba él directamente", y añadió: "No sé porqué dice que él no conoce el Colme, si fue a él al que se lo dieron en el Cedex".

Su madre, por su parte, lo único que reconoció es que había comprado el Colme en la farmacia --aseguró que dos envases, pese a que la farmacéutica asegura en su informe que fueron cuatro--, "pero porque me lo encargó mi hija", ya que según aseguró "no sabía lo que era ni lo sé, solo que Juanjo lo tomaba por lo de su alcoholismo". Afirmó que este nunca le gustó, que era muy violento, y que así se lo dijo a su hija.

DERECHO A NO DECLARAR Tras la toma de declaración a los tres acusados, les llegó el turno a los testigos. Entre ellos figuraban dos de las presuntas víctimas, el padre de Juan José, que se acogió al derecho a no declarar que la ley le brinda por ser familiar directo de uno de los acusados --se leyó la declaración que hizo ante la Guardia Civil y el Juzgado explicando lo sucedido y asegurando no creer que su hijo hubiera podido hacerlo--; y su tío, al que se intentó tomar declaración, pero al que finalmente fiscal y defensas renunciaron dado su precario estado de salud y sus dificultades de audición.

Sí testificaron el capitán de la Guardia Civil encargado de la investigación, quien recordó que esta se inició a raíz de ser alertados por el Juzgado número 5 de Cáceres tras la denuncia presentada en este por las autoridades sanitarias del Hospital San Pedro de Alcántara; así como la enfermera y el ATS que estaban de servicio la tarde y noche del 25 y 26 de septiembre del 2005, cuando el tío de Juan José empeoró tras pasar este y Alicia la noche con él y darle la cena, y que motivó que se prohibieran las visitas. Se hizo al sospecharse ya que tanto él como su cuñado, padre de Juan José, y el hermano de este, podían estar siendo víctimas de un envenenamiento.