Unos a dúo, otros en grupos de amigos y algunos sin compañía para relajarse al máximo... La apertura de los primeros baños árabes en el casco antiguo ha resultado todo un éxito, según confiesan sus promotores, que no dan abasto con el teléfono. "Comenzamos a funcionar el 11 de agosto, y desde entonces la acogida ha sido magnífica. Como mínimo hemos contabilizado medio centenar de personas por día, y hasta nos han llamado para reservar el recinto con motivo de una despedida de soltera", explica divertida Esperanza Godoy, socia de la iniciativa junto a otros dos empresarios.

La mayoría de los usuarios, un 80%, prefieren acudir en pareja para compartir los placeres del baño árabe. El público disfruta mientras ahoga el ajetreo diario en el circuito termal de tres piscinas a distinta temperatura, recibe masajes y se relaja con los aromas, las velas, la ambientación árabe y el té típico que se sirve como detalle de la empresa. Los turnos están limitados a 20 personas, "y muchas ya han repetido experiencia o han adquirido los bonos". De hecho, la dirección no descarta crear una nueva sesión a última hora del día para quienes salen del trabajo. "Una asociación de comerciantes ya se ha puesto en contacto con nosotros, interesados en una sesión a las diez de la noche".

Las instalaciones han tenido que cerrarse algunos días por ajustes necesarios en los inicios, "pero aún así la gente ha seguido llamando. Ya estamos operativos de nuevo", informa. Además, la dirección ha incluido una novedad en el servicios: el público puede escoger aceites con aroma de chocolate, naranja, limón o jazmín para sus masajes. "Tienen éxito porque huelen muy bien", dice Esperanza Godoy.