Dos años y 10 meses de prisión y 24.000 euros de multa son las penas que el Ministerio Fiscal solicita se imponga a José I. C. y su exmujer Piedad R. S., juzgados ayer por un delito de tráfico de drogas en grado de tentativa.

La fiscal encargada del caso, así lo puso ayer de manifiesto en el juicio, considera probado que en agosto del año pasado ambos "adquirieron lo que consideraron que era un kilo de cocaína con la finalidad de dedicarla al ilícito comercio", algo que finalmente no pudieron hacer, "aunque lo intentaron", al tratarse la sustancia adquirida de lidocaína, "sustancia que normalmente se emplea en el corte de la cocaína". Es por ello que la acusación es por tráfico de drogas en grado de tentativa.

Las defensas, por su parte, solicitaron la absolución de ambos, alegando que sus representados "sabían desde el principio que lo adquirido era lidocaína y sabían, por tanto, que no era una sustancia ilícita, puesto que es una sustancia no sometida a fiscalización", así como que "no tenían intención de ponerla en el mercado".

Los hechos por los que José I. y Piedad R. fueron ayer juzgados en la Audiencia Provincial se derivan de unas escuchas telefónicas llevadas a cabo a partir de mayo del año pasado con la oportuna autorización judicial al tener efectivos de la Policía Nacional de Cáceres "fundadas sospechas de que se dedicaban al tráfico de estupefacientes tras detectarse frecuentes contactos de los acusados con J. F. C., ya condenado por un delito contra la salud pública".

Por las escuchas se tuvo conocimiento de la compra, en agosto, de lo que suponían 1 kilo de cocaína que luego resultó ser lidocaína --fue intervenida por la policía en el registro del domicilio-- y de sus numerosas gestiones para intentar su venta.