Fernando y Marta, la pareja que ha vivido en una caseta junto a la N-630 en Cáceres más de 28 meses, se han trasladado a una vivienda social en el barrio de Aldea Moret, que les ha asignado el ayuntamiento con un alquiler de los cien euros.

Estas dos personas han vivido en un pequeño espacio situado junto a la carretera, detrás de la calle Antonio Floriano Cumbreño y al lado del colegio Francisco Pizarro en una chabola que acondicionaron con cartones, maderas y otros enseres.

La asociación Qué bonita es la vida pedía una solución para ellos y "parece que ya ha llegado", según ha indicado Pedro Martín Moreno Rey, representante de esta organización.

Fernando nació en Valencia hace 81 años pero pasó la mayor parte de su vida en Madrid trabajando en el sector del mueble como ebanista y comercial. Al jubilarse decidió vivir en Cáceres. Cobra unos 640 euros, la pensión mínima con la que dice que no puede hacer frente a los gastos de alquiler, agua, luz, comida, etcétera, de una vivienda.

Su compañera Marta había iniciado los trámites de solicitud de una vivienda social, ya que el ayuntamiento les requirió que abandonaran la chabola, porque se encuentra en la traseras de un colegio público e interfiere en una salida de emergencia del patio del centro educativo, al haber acumulado multitud de enseres.

Ahora, el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS) les ha adjudicado una vivienda social en el barrio de Aldea Moret que están ocupando desde e llunes, día 29 de abril, en régimen de alquiler. En ella cuentan con los servicios de agua, luz, calentador y, según apuntan desde el IMAS, se les está tramitando una ayuda para cubrir las necesidades básicas.

El realojo

La alcaldesa cacereña Elena Nevado ha asegurado que el IMAS trabaja habitualmente con las personas sin techo pero, en este caso, "hay unas circunstancias particulares que conocen muy bien los trabajadores sociales", por lo que ha pedido "respeto" a la profesionalidad de los técnicos que "están para ayudar a la gente".

"En este caso nos ha costado mucho realojarlos en una vivienda pero ha sido el ayuntamiento el que les ha dado una solución habitacional que han rechazado en numerosas ocasiones y, por lo tanto, si por fin van poder tener una vivienda digna donde poder vivir, es una buena noticia", ha resaltado Nevado.

Asimismo, insiste en que el ayuntamiento "ha hecho todo lo posible" para que estas dos personas no vivieran en la calle y al fin se ha conseguido "convencerles" de que "el mejor lugar para vivir es una casa", ha concluido la regidora cacereña en declaraciones a los medios este jueves antes de participar en un acto de la Feria del Libro.