Deinonychus significa garra terrible y da nombre al que dicen que era el dinosaurio carnívoro más feroz de parque jurásico. Fue descubierto por un equipo de paleontólogos en el año 1960 al oeste de Estados Unidos, en Montana, Oklahoma, Wyoming y Utah. En lugar de usar la cabeza o grandes mandíbulas como hacían los demás carnívoros, utilizaba sus largos brazos para sujetar a sus presas, siendo las patas y los dedos los que realizaban la función principal de matar. Posiblemente este animal cazaba en grupo, como lo hacen los lobos hoy en día. Al parecer, medía entre 25 y 35 metros y pesaba unos 50 o 70 kilos.

Deinonychus es uno de los 26 dinosaurios de poliester que conforman la exposición didáctica que sobre estos reptiles se puede ver desde ayer y hasta mañana en la plaza de toros de Cáceres por precios que oscilan entre los 7 y los 5 euros, aunque también hay vales de descuento que se han repartido por distintos puntos de la ciudad. La muestra, según relata su organizador, Franz Bauer, tiene un importante contenido didáctico, con maquetas de hasta 30 metros de longitud y siete de altura que recrean fielmente las dimensiones de estos reptiles que originariamente aparecieron englobados dentro de la especie de los arcosaurios hace alrededor de 250 millones de años durante el periodo triásico. Pero, además, en la muestra se exhiben documentales que visionan la vida de estos animales prehistóricos y se recrean igualmente sus sonidos y movimientos.

Bauer decía ayer que la exposición ha recorrido Barcelona, Alicante, Valencia, Málaga y que próximamente llegará a Badajoz, Salamanca y Valladolid. El equipo tiene una experiencia de 15 años al frente de este espectáculo que ha viajado por toda Europa. ¿Por qué se escoge la plaza de toros? "Porque me gusta la zona", decía este alemán en un más que aceptable español.

De la exposición sorprende la presencia, entre otros, de Triceratops, de nueve metros y hasta seis toneladas, o de Carcharodontosaurus, un lagarto de dientes afilados de entre ocho y 14 metros que pesaba de siete a ocho toneladas y que fue encontrado en el norte de Africa.

A ellos se unen Ankylosaurus, un lagarto blindado de cuatro toneladas, o el simpático Struthiomimus por su parecido al avestruz que fue hallado en Canadá. Una recreación en toda regla del periodo jurásico que ahora llega a Cáceres sin peligro de ser devorados.