Continúa en fase de instrucción el caso del parricida del Perú, que acabó con la vida de su padre el pasado mes de febrero con un disparo de una escopeta. Ya se conocen los resultados toxicológicos que demuestran que el acusado, Daniel Cortés Caldera, había ingerido una gran cantidad de alcohol en el momento de los hechos. Se está a la espera de un nuevo informe que pueda demostrar cómo esa elevada tasa pudo interferir en las capacidades volitivas del imputado; o si por el contrario era plenamente consciente de lo que hizo. Se encuentra en prisión desde lo ocurrido. Sucedió de madrugada, después de que el acusado llegara a casa tras haber estado tomando unas copas con sus amigos por la ciudad. Él alega que lo hizo debido a los más de 30 años que su madre llevaba sufriendo malos tratos por parte de su padre.