Para la mayoría de los cacereños, Pintores es el corazón de la ciudad. Se trata de una de las calles más antiguas, que aparece nominada como ´de los Pintores´ ya en el siglo XV, en ese primer ensanche que se produce en la villa tras la concesión del Privilegio de las Rondas por Fernando IV el Emplazado.

Pintores ha sobrevivido a todo. Su nombre oficial ha sido cambiado en varias ocasiones: Del Rey, de la República o del Generalísimo, pero para los cacereños, siempre Pintores. Sitio de paseo y encuentro y corazón comercial durante décadas. Todo se compraba en Pintores y todo se hablaba en Pintores.

Desde mediados del Siglo XIX se convierte en el centro comercial de la ciudad. Allí han estado los almacenes con renombre más cacereños: Mendieta, Mendoza, Correa, las Modas de París, Gozalo o Siro Gay; las mejores sastrerías como la León y tiendas de paños como El Paraíso o Sederías Oriente y más recientemente Amado o Modas Dioni; las joyerías de Nevado, Barriuso o Corbacho; las zapaterías de Martín y Peña, El Bazar Gay que supuso una revolución en el comercio cacereño y Jabato, Sobrinos de Gabino Diez y por supuesto el Precio Fijo, nacido nada menos que en 1875. En sus escaparates convivían una olla exprés y una imagen de un santo, una vajilla completa y un escapulario. Fue la primera agencia de viajes de Cáceres ya que allí se contrataban los servicios de la prestigiosa Wagons-Lit para desplazarse a Madrid. Pero también la tienda de fotos de Javier García Téllez o la librería de Vicente.

Sitios de estancia y charla como el inolvidable Jamec o el renovado Lux. Hoteles como el Iberia, estancos como el de Jarillo e incluso la sede de la Banca Sánchez y una oficina de la Caja de Ahorros de Cáceres. Dos farmacias ponían el contrapunto. Como ven no habrá otra calle con una nómina comercial tan densa y con tanta historia. ¡Cuánta historia estuvo guardada en las libretas de Mendieta o en Peña donde se oía con frecuencia "Apúntamelo, que pagaré a fin de mes!". Nuevas tiendas como Rojo, Dayma, Olimpiada o Marrakechs dibujan el mapa comercial de Pintores al comienzo del siglo XXI.

Aunque tímidamente las franquicias también dan paso al moderno comercio y devuelven la vida a la simbólica calle: Mango, Bijoux Brigitte, Kiddys Class...

Donde estaba Mendieta ha estado durante años Torero, donde Vestimoda, Springfield. Donde Jabato despachaba jamones ahora hay un Phone House y donde Modas Dioni, una ´croiessenterie´. Son pocos, muy pocos los que resisten.

La calle a partir de los años 50 se va quedando despobladade vecinos. Muchas casas se reconvirtieron íntegramente en establecimientos comerciales y otras se reconstruyeron para este fin. Las viviendas antiguas que permanecen son inhabitables en muchos casos, y la mayor parte carece de comodidades como ascensor, calefacción, servicios adecuados... No hay hasta la fecha indicios de rehabilitaciones que devuelvan a Pintores su vecindad perdida.