La tradicional romería de Los Santos Mártires, que congrega cada año a alrededor de 4.000 cacereños en el Paseo Alto, tendrá esta vez un sabor agridulce después de que la festividad se quedara 'huérfana' el año pasado tras el fallecimiento de la mujer que la recuperó hace 36 años, Juanita Franco, mayordoma de la hermandad de Los Santos Mártires que murió el pasado mes de mayo.

La romería tendrá lugar este domingo a partir de las 12.00 horas, cuando arrancará la misa en la explanada de la ermita a cargo del párroco de San Blas, Antonio Pariente, y como homenaje a Juanita Franco, y también a otros dos integrantes de la cofradía que han participado activamente en la festividad cada año, Avelino Rojo y Mariqui Olivenza, la organización proyectará una serie de fotografías en recuerdo de todo lo que estas personas hicieron por mantener viva esta tradición, desde que se recuperó en 1980.

Así, el Paseo Alto acogerá desde por la mañana a miles de cacereños que, si el la climatología lo permite, disfrutarán de una jornada de convivencia para la que se han elaborado 100 kilos de patatera y 2.500 roscas, además de otras tapas "como queso, tortilla o ibéricos", señaló ayer el portavoz de la cofradía organizadora --junto con la del Cristo de la Salud--, Pedro Muriel, durante la presentación de la romería en la que estuvo acompañado por el concejal de Turismo, Raúl Rodríguez. Además, la característica actuación musical de cada año correrá a cargo de la Banda Municipal.

Por otro lado, en esta ocasión, la recaudación que se consiga el domingo se destinará a Cáritas, "que está haciendo un trabajo excelente con las personas más necesitadas", destacó Muriel. El portavoz de la cofradía organizadora de la romería quiso agradecer también "a las muchas personas de la hermandad del Cristo de la Salud que participan cada año para que esta tradición perdure" y, como hizo en 2015, animó a "todos los que puedan a que acudan con los trajes típicos regionales" para dar todavía más vistosidad a la cita.

REFORMAS No obstante, y aunque el Paseo Alto se encontrará en muy buenas condiciones, Muriel aprovechó para recordar las reformas necesarias en la ermita. "Por fuera esta bastante bien, ahora mismo están acabando de darle una mano de pintura. Lo peor es el tejado. Llevamos queriendo reformarlo desde hace años pero no hay medios para ello", subrayó.