TAtpenas constatada la debacle electoral, el secretario regional del PSOE, inspirado sin duda por el Espíritu Santo, pronunció una frase esperanzadora: "Algunos deben dar un paso atrás". Sin señalar, que está muy feo señalar. Resumía en pocas palabras lo que desde hace tiempo piensan miles de electores y centenares de militantes socialistas. "Por fin hay autocrítica", dijeron los optimistas. "Se va a hacer limpieza", auguraron los poseídos por el espíritu de Conyser. "Podía comenzar por dar ejemplo", pidieron algunos de los aludidos.

Pero ya se sabe que en política no hay autocrítica sino heterocrítica . Se critica a los demás partidos, a la sociedad si no nos vota y a los compañeros, pero todos intentan quedarse fuera y la prueba está en que hasta la fecha nadie se ha dado por aludido, pues quizás ni los inspira el Espíritu Santo ni el espíritu de Pablo Iglesias.

Bueno, uno sí que ha aceptado el reto y anunció a bombo y platillo que daba un paso atrás. Sin embargo dar un paso atrás no siempre significa que uno deja de competir y se retira. Los velocistas dan un paso atrás para coger más impulso e intentar ganar la carrera. Este velocista ha dado un paso atrás para dar ejemplo. Ahora es solamente diputado regional, senador y baranda provincial al menos hasta que se celebre el próximo congreso.