Llueve en el jardín trasero del Museo de Cáceres, en el corazón de la parte antigua en la plaza de las Veletas. Mañana de martes, tiempo frío, gris, y la lluvia que apenas deja ver ya la silueta a lo lejos del santuario de la Montaña. A la patera de la esperanza , como ha bautizado el artista cacereño Emilio González su última obra, solo le faltan las olas. Está colocada en medio de los jardines, como si acabara de encallar entre las piedras y los inmigrantes que viajaban en ella hubieran huido por las calles de la ciudad monumental de Cáceres.

Pero no. La barcaza, de 6,20 metros de eslora y 2,40 de ancho, ha sido rescatada por el autor del depósito municipal de Algeciras en el que se guardan las embarcaciones que llegan del Estrecho y que han sido confiscadas previamente por la Guardia Civil. Gracias a la intermediación de Cruz Roja en la ciudad gaditana y a Grúas Parra, Emilio González ha logrado trasladarla hasta Cáceres por carretera donde ha permanecido guardada en una nave del polígono de las Arenas, cerca de Malpartida, tras recorrer 450 kilómetros. Allí durante un mes el singular artista de otras instalaciones como las sillas colgadas de la torre del Horno o las siluetas contra el terrorismo en el foro de los Balbos la ha transformado en un homenaje a los inmigrantes que llegan a España. "Quiero concienciar al pueblo de que la inmigración es un problema que nos concierne a todos porque nosotros también hemos sido inmigrantes", explica Emilio González, que apostilla que "hay que darles la bienvenida porque muchos están horriblemente mal". Luego matiza que "la inmigración debe ser moderada y controlada".

Con este planteamiento ha eliminado de la patera los restos de agua y gasolina y la ha recubierto con ropas de desecho para recordar a los más de 40 subsaharianos que viajaban en ella y de los que desconoce su suerte. Los anzuelos, las redes de pesca y dos monedas confirman que procedían de Marruecos. Ahora hay zapatillas viejas y dos bidones para combustible, aunque lo que más llama la atención son los dos travesaños cortados para que cupieran más inmigrantes.

Pero la ilusión de Emilio González Núñez ha chocado con dificultades. Su idea inicial era colocar la embarcación delante de la fachada del museo, en la plaza de las Veletas, con el fin de que fuera más visitada que estando dentro. La Junta de Gobierno Local denegó su solicitud el pasado día 17 alegando que "no era viable dadas sus dimensiones, así como por el emplazamiento previsto". El director del museo, Juan Manuel Valadés, aseguró ayer que estaba a favor de la ubicación propuesta por el artista porque hubiera permitido que la obra fuera más visitable y recordó que en la plaza se han colocado piezas de mayores dimensiones con motivo de Foro Sur como el cubo metálico de Santiago Sierra en el 2005. "No me han dado ninguna alternativa para colocarla en otro sitio", explica el artista, que se pregunta por qué se autorizaron las dos instalaciones anteriores en la plaza de Publio Hurtado y el foro de los Balbos.

Esta muestra de incompresión no ha frenado el afán solidario del autor. Desde hoy la patera saldrá a subasta en el portal www.ebay.es con un precio inicial de 1.500 euros. Todo lo que se recaude irá a parar a Cruz Roja Algeciras. "Si pudiera ver a los que iban en ella les diría que su viaje ha merecido la pena". El de Emilio seguro que también.