La patrona subió este domingo. De balcón a balcón, pero lo hizo. Por primera vez desde 1945, la Virgen de la Montaña no ha protagonizado la tradicional bajada desde el santuario a la ciudad debido al estado de alarma, pero los fieles y devotos a la ‘cacereña’ no han perdido ocasión de brindarle homenaje durante los días en los que se habría celebrado su novenario en Santa María, en pleno corazón de la capital cacereña. También han querido guiñar a su regreso a la montaña, un acto que debería haber protagonizado este domingo si no fuera porque permanece confinada en lo alto de la ciudad.

Por este motivo, vecinos como los de El Junquillo quisieron rendirle su particular homenaje. Para ello, recrearon la imagen de la patrona en cartón con colores característicos y flores y emularon su ‘subida’, una literal, en este caso, de balcón en balcón y de piso en piso. Así, a las 20.00 horas de la tarde, tras los aplausos, el número 12 de la calle Amapola centró la atención vecinal y emuló una de las celebraciones más populares de la ciudad, tal y como ya hizo durante el día de San Jorge, patrón de la capital. Según expone a este diario Inma Bermejo, una de las vecinas que ha participado en la propuesta, el propósito era honrar a la «tradición». «Hemos tardado una semana, empezamos con el dragón y decidimos seguir con la virgen también», anota.

Una procesión ‘virtual’

Al margen de la iniciativa de El Junquillo, vecinos de toda la ciudad también pudieron seguir aunque de manera virtual la subida al santuario. Lo hicieron a través de la plataforma que ha emitido la Semana Santa y dejaron constancia de su agradecimiento través de comentarios simultáneos por la retransmisión, que para muchos sirvió de consuelo a falta de la procesión real. Aunque el vídeo era de 2019, se respetaron los horarios de emisión como si fuera en tiempo real y la comitiva partió de Santa María a las 9 y llegó a Fuente Concejo pasadas las 11 de la mañana, donde la entonces alcaldesa, Elena Nevado, recuperó el bastón de mando que durante el novenario ostenta la patrona. Tras uno de los momentos más emotivos, la Virgen de la Montaña enfiló la ruta hacia el santuario, donde descansa hasta el próximo año, uno en el que Cáceres espera que nada impida que pueda bajar a la ciudad.