La llamada al consenso para que la operación Corte Inglés salga adelante, lanzada el jueves en Cáceres por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, parece haber hecho poca mella en Santiago Pavón, socio de los socialistas en el ayuntamiento que gobierna Carmen Heras.

Ayer, el líder de la coalición Izquierda Unida volvió a poner en un brete al tripartito cacereño al asegurar que tras las declaraciones de Vara "y después de ver cómo está reaccionando Fomento, deduzco que puede haber presiones. Da la sensación --añadió Pavón-- de que la Junta ya no piensa igual que hace dos meses y por eso lo que yo intuyo, no sé si acertadamente o no, es que puede haber presiones para que la operación salga tal cual".

MISMO PLANTEAMIENTO Pavón indicó que su planteamiento es el mismo que mantenía "hace ocho meses, hace cuatro meses, hace 15 días", es decir, que en el solar del colegio de Las Carmelitas no haya viviendas. "El presidente --apuntó el concejal-- es libre de decir lo que le venga en gana y mi interpretación es que me reafirma en que hay presiones que se aceptan sin intentar buscar otra salida".

El edil añadió que "está en contra de la operación tal como está, porque nos parece un auténtico disparate. Eso es cargarse el centro de la ciudad para montar unos grandes almacenes que en tamaño estarán muy por debajo de otros que están situados en Barcelona o en Badajoz, el que está previsto en Cáceres es un Cortecillo ". Sobre este extremo, Santiago Pavón volvió a aludir al "colapso manifiesto" del tráfico que supondría esta operación urbanística, en la que además de levantar unos grandes almacenes se prevén viviendas y el colegio de las monjas.

El líder de Izquierda Unida comentó incluso que si los ciudadanos pudieran ver una imagen de cómo quedaría diseñada esta manzana tal como está concebido ahora mismo el proyecto, "otro gallo nos cantaría". Santiago Pavón aclaró que desde su coalición se está a favor de que El Corte Inglés venga a Cáceres "pero no a cualquier precio".

El concejal subrayó que "hay que buscar una recalificación más acorde, que las viviendas se vayan a otro lado o que se busque otro lugar para el centro comercial. Es un disparate cerrarse a la operación tal como está".