Almodóvar es como el vino: puede gustar o no. Pero como el vino, nadie puede dudar que viene de la esencia, del terruño, santo y seña de la filmografía española durante las cuatro últimas décadas. Educado y complaciente, ayer fue el gran homenajeado de la XXV gala benéfica de los premios San Pancracio, otorgados por el Festival Solidario de Cine Español de Cáceres. Cuando bajó del coche junto al photocall instalado a las puertas del Gran Teatro, el grito del público fue casi unánime: «¡Pedrooo!». Todos recordaron a Pe en los Óscar. Ayer la gente gritaba con menos glamour, pero con mucho cariño.

Almodóvar se llevó los mayores aplausos de la gala y el Premio de Honor del festival. Es de esos directores con nombre y época propia, como Buñuel, Berlanga o Saura, el de mayor relevancia fuera de España en las últimas décadas, con dos Óscar en diversas categorías y varios Goya. Le faltaba su San Pancracio de Honor y ayer lo recogió. «Estoy muy emocionado porque parte de mi biografía la viví en esta ciudad. Aquí ya empecé a descubrir el cine de un modo más sistemático, más serio, me recuerdo de adolescente yendo todos los fines de semana al cine, pero no podía pensar yo en ese momento que volvería a estar aquí, lo cual es muy gratificante», dijo antes de acceder al Gran Teatro. Allí, una ciudadana, María Santano, le entregó su carnet original de la Organización Juvenil Española cuando estudiaba en el colegio San Antonio. Fue una sorpresa. Por la mañana, Almodóvar también había acudido a la inauguración de la exposición retrospectiva sobre su filmografía, titulada ‘Tú y yo no somos como todo el mundo’.

Los actores Eduardo Noriega, Marian Álvarez y Carlos Santos.

La gala comenzó con 45 minutos de retraso pero desde el inicio fue ágil y divertida, con toques de humor y momentos emotivos como el largo aplauso del público al recientemente fallecido Reyes Abades, el extremeño que tan unido estaba a los San Pancracio. Este año el galardón que lleva su nombre ha sido entregado a otro profesional extremeño, el director artístico Federico García Cambero, de Zarza de Granadilla y habitual en el cine de Almodóvar. Al recogerlo, recordó la figura de Reyes Abades: «Él me propuso, estoy aquí por él», dijo.

La gala, conducida con destreza y buenos monólogos por Sara Escudero, estuvo protagonizada por mujeres, desde las actuaciones musicales (Bambikina, Chloé Bird y Zahira Gómez), hasta los vídeos conmemorativos del cine español. Otras cuatro mujeres recogieron premios destacados. Entre ella Marian Álvarez, que se llevó el San Pancracio a la Mejor Actriz 2017 por su actuación en el drama Morir. «No había estado nunca en Cáceres y llevo un fin de semana maravilloso», declaró, acompañada por Eduardo Noriega, quien también se mostró «muy satisfecho de colaborar con este festival único».

Por su parte, Macarena Sanz se llevó el premio Actriz Revelación 2017. «Conociendo los fines solidarios del festival y sus acciones para acercar el cine al público a precios muy asequibles, me parece maravilloso formar parte de esto», destacó. Macarena estuvo acompañada en el photocall por el actor Julián López, que confesó su apego a Cáceres: «Vine una vez a la gala e hice tantas migas que ya es la séptima vez que repito».

El premio a la Dirección Novel 2017 también recayó en una mujer, Elena Martín, por su filme Júlia Ist, que recrea la historia de una Erasmus en Berlín. La cuarta galardonada fue la diseñadora de vestuario Sonia Grande, quien recibió el Premio Pasión por el Cine, que distingue a quienes se entregan con especial vocación al séptimo arte. «Es un honor, este galardón reconoce un trabajo de muchos años. Además, me siento muy ligada a Extremadura, donde he pasado todos los veranos de mi infancia», confesó.

Y ELLOS.../ Antonio de la Torre fue otra estrella de la noche, con su premio al Mejor Actor 2017 por su papel de hombre patético en Abracadabra. Llegó al Gran Teatro acompañado de Daniel Holguín, director de la gala, y se mostró especialmente cercano a los periodistas, su antigua profesión. «Vine a Cáceres hace diez años y vuelvo ahora. Me hace mucha ilusión porque es el primer premio que recibo por esta película, y además por el carácter solidario de la gala», subrayó.

El premio Actor Revelación 2017 fue para Nicolás Coronado por su papel en Pasaje al amanecer, en el que interpreta a un periodista fotográfico. «Me siento muy afortunado, éste es el primer premio en mi carrera», dijo emocionado. Y el premio a la Mejor Dirección 2017 se entregó anoche a Borja Cobeaga por Fe de etarras, en la que aborda el fenómeno del terrorismo de ETA desde un prisma humorístico.

El festival celebró así una gala muy especial, la del 25 aniversario. Todo fue sobre ruedas salvo algún traspiés, como el que sufrieron varios espectadores en el escalón de entrada hasta que alguien lo balizó. Pero todo salió a pedir de boca con el empuje de la Fundación Rebross, que siempre ha acercado el mejor cine a Cáceres. No lo duden, continuará...