Seis jóvenes se enfrentan a la justicia por su participación en una pelea en la que uno de ellos, A. E. C. S., sufrió importantes lesiones. De las mismas se considera autor material a J. A. P. B., principal imputado en esta causa. A éste le acusa el fiscal de un delito de lesiones, por el que solicita una pena de dos años de prisión, mientras que la acusación particular le imputa un delito de lesiones con resultado de deformidad e inutilidad de un órgano --en este caso la mano-- y pide para él cuatro años de prisión.

También su presunta víctima, A. E. C. S., como sus amigos V. S. R., M. M. R., H. C. C. y R. G., figuran como imputados. Se les acusa de una falta de lesiones --presuntamente golpearon al agresor de A. E. C. S.-- por lo que el fiscal solicita para el primero cuatro fines de semana de arresto y seis fines de semana para cada uno de los otro cuatro acusados.

Los hechos de los que se les acusa, y por los que serán juzgados el próximo lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, ocurrieron hace tres años en la discoteca Cameron, donde en la madrugada del 21 de abril del 2002 se encontraban el acusado J. A. P. B. y su presunta víctima, A. E. C., acompañado éste de un grupo de amigos.

EL SUCESO Según recoge el Ministerio Fiscal en sus conclusiones provisionales, todo sucedió sobre las 3.45 horas del 21 de abril del 2002. La pelea se inició entre J. A. y A. E., que, sin que se hagan constar los motivos, se enfrentaron en la barra y comenzaron a golpearse mutuamente. El segundo "propinó un cabezazo" al primero y éste le golpeó con un vaso en la cara.

Ambos cayeron al suelo, momento en el que los otros cuatro acusados golpearon al agresor de su amigo, al que ayudó el portero del establecimiento.

Como consecuencia de la agresión A. E. C. S., sufrió varios cortes en la cara, por el golpe que su agresor le dio con el vaso, y también en la mano, pues al caer la apoyó sobre los cristales que había en el suelo.

La acusación particular hace constar en sus conclusiones provisionales que de las lesiones causadas curó tras 237 días de incapacitación, y que éstas le han dejado como secuelas "una alteración de la sensibilidad" en varios dedos, pérdida de rigidez en la extensión de articulación interfalángica proximal, pérdida de fuerza en la mano izquierda y un perjuicio estético.