"Es un honor asistir emocionados a este reconocimiento. Hoy queremos hablarte a ti, porque estamos aquí por ti. Por lo que fuiste, un hombre bueno". Son las palabras que dedicó a Padre Pacífico Miriam Gallardo, una de sus jóvenes alumnas del colegio San Antonio de Padua e incondicional de sus campamentos. Ella, como otros muchos, hacen que hoy esté vivo Descargamaría porque siguiendo los pasos de su amigo Fray Pacífico continúan organizando estas actividades de verano.

Fue un acto muy emotivo. El salón de plenos del ayuntamiento se llenó. Los besos y abrazos acapararon todas las miradas en lo que supuso el reencuentro con el que fuera su sacerdote, profesor y compañero durante décadas.

"Pachi es un Fray Pedro Ferrer (franciscano del siglo XV) de nuestro tiempo. Fue un franciscano de los pies a la cabeza. A este ayuntamiento pidió y no fue poco. Pedía a instituciones y empresas. Era un hombre que no pedía para él pero que lograba para todos, sobretodo para sus jóvenes, el centro de sus preocupaciones", dijo la alcaldesa, Carmen Heras, quien agradeció a las familias que confiaron en él y llevaron a sus hijos a los campamentos para que les educara enseñándoles lo que estaba bien y lo que estaba mal. Heras agradeció al sacerdote su labor en esta ciudad y pidió a sus jóvenes ayuda para construir Cáceres: "hoy más que nunca necesitamos vuestra ayuda porque tenemos que demostrar que podemos construir el Cáceres de mañana con tesón", apostilló la alcaldesa.

Fray Julián, sobrino de Pacífico Martínez, también asistió al acto emocionado. El ha seguido al pie de la letra los pasos de su tío. "Es de agradecer que alguien le reconozca su labor. No tengo palabras suficientes para agradecerle a mi tío los valores que transmitía. El me enseñó quién era y dónde estaba Dios", decía con la voz entrecortada mientras se abrazaba a sus tías y primas.

Padre Pacífico era un hombre con tesón que luchaba por cumplir sus sueños y los de los demás. O al menos así hizo ayer su alumna Miriam Gallardo (que tradujo su discurso a la lengua de signos) que se le recordara. "Cumpliste sueños, fuiste un hombre al pie del cañón. Luchaste por mostrarnos valores que hoy perduran y nos enseñaste a ser lo hoy somos: buenas personas", sentenció.