El fiscal y la acusación consideran al acusado autor de un delito de homicidio y piden para él una pena de 15 años de prisión --en el juicio anterior la acusación le imputaba un delito de asesinato y pedía 18 años--.

La defensa solicita de aplicación las eximentes de trastorno mental transitorio y legítima defensa, y las atenuantes de arrebato y arrepentimiento espontáneo. Pide la libre absolución o, en todo caso, una pena no superior a 3 años de prisión.