El Hassane Zahir lleva once años en España y sus dos hijos son cacereños. Además de hostelero es vendedor ambulante y nunca había pasado por una experiencia tan "denigrante". "Fue horrible. Al principio pensé que era un control a extranjeros, pero cuando empezaron a humillarnos, tirando las cosas al suelo, me olió mal", explica satisfecho por la condena. Afirma que este sistema de ´los falsos policías´ se utiliza frecuentemente en las grandes ciudades para robar a los extranjeros ilegales. "Al no tener papeles, no se atreven a denunciar y así los ladrones se aprovechan del miedo y de la situación ilegal de los inmigrantes". En su caso, se equivocaron y por eso acudió a la policía, "para intentar que no le vuelva a pasar a nadie al menos en Cáceres".