El caso de una joven de Torreorgaz deja claro hasta dónde llegan las estafas telefónicas, que muy pocos denuncian por miedo al ridículo. "Yo no había oído mucho sobre estos casos, así es que caí en el engaño. Un buen día, hace tres meses, me llamaron y me dijeron que me había tocado un premio. Tenía que elegir entre un año gratis de luz o gasolina, y además, sólo por llamar, me daban un móvil, o una aspiradora último modelo, o una botella de vino de reserva, o unos zapatos de piel".

La joven optó por el año de luz y el vino, y llamó al número que le ofrecieron para pedir todos los detalles. Era un prefijo 807. "Me preguntaron mis datos personales, me dijeron que siguiera a la espera, me pasaron con otra persona para cerrar la operación ante notario... Había pasado una media hora cuando me dejaron con la palabra en la boca y colgaron. Creo que pretendían que volviera a llamar. Entonces me dí cuenta de que algo extraño estaba pasando". La factura confirmó el engaño: 275 euros, es decir, 45.650 pesetas. La joven paga habitualmente 30 euros de recibo.

SIN TELEFONO Ninguno de sus intentos ante la compañía telefónica dió resultado, y finalmente se negó a pagar tal cantidad. La empresa le ha cortado el servicio y ahora sólo puede recibir llamadas. "Sé que en Torreorgaz se han dado más casos, pero la gente no los comenta por vergüenza", afirma.

La asociación de consumidores Acuex recuerda que los usuarios no tienen ninguna defensa en estos casos, porque son ellos quienes realizan la llamada al número de tarificación especial desde sus propios domicilios. "A veces no son cantidades elevadas, pero poco a poco los estafadores se hacen con grandes sumas", explican fuentes policiales.